España, intratable desde que Luis Enrique se hizo con su banquillo, quiere cerrar por la vía rápida el pase a la fase final de la Liga de las Naciones con un nuevo triunfo ante Inglaterra, rival frente al que se inició este nuevo ciclo y al que se mide hoy en el Benito Villamarín de Sevilla. El capitán de la selección, Sergio Ramos, dio ayer las claves del cambio: "Ha habido un cambio y se ha recuperado el orden y la disciplina, y también los resultados".

"La selección vuelve a brillar y recupera el espíritu. Estamos en el camino bueno y hay que seguir en esta dinámica y acumulando victorias. Sería extraordinario jugar la Final Four y conseguir este título", añadió Ramos, que hoy volverá a liderar la defensa ante Harry Kane, la gran amenaza inglesa.

En Sevilla, y tras el 0-0 con el que concluyó el viernes el otro partido del grupo, Croacia-Inglaterra, a España le vale el empate para estar virtualmente clasificada, aunque sería matemático con la victoria en el Villamarín. Todo apunta a que Luis Enrique hará muchos cambios y a que los más fijos retornen al "once", casos del madridista Nacho, el jugador del Chelsea Marcos Alonso o el barcelonista Busquets.

Se plantean dudas sobre la posibilidad de que Alcácer, en racha goleadora con el Borussi y con la selección, siga como titular, formando en línea de ataque con Rodrigo y Marco Asensio.