Manolo Sánchez Murias, José Ramón Sandoval, Abelardo Fernández, Joan Francesc Ferrer, "Rubi", Paco Herrera, Rubén Baraja... ¿Que pase el siguiente? El Sporting es el mejor ejemplo de que muchas veces un cambio de entrenador no resuelve nada. Sin necesidad de hacer sangre con los casos de Abelardo y Rubi, ahora en la cresta de la ola, resulta imprudente asegurar que todos los entrenadores desde el último descenso están incapacitados para llevar al Sporting donde le corresponde por historia, presupuesto y afición. Por eso, aunque nueve meses después de su aterrizaje en Mareo los síntomas no son los mejores, habría que pedir un poco de paciencia. Porque, por si alguien no lo recuerda, ahí están los vaivenes de la pasada temporada. Después de la novena jornada, el Sporting de Paco Herrera era segundo en la clasificación. Cuando se fue el extremeño, tras la jornada 18, era décimo, a cinco puntos del play-off. Con Baraja siguió el tobogán de emociones, sin final feliz. Ahora, con un carrusel de cambios en la plantilla y en el equipo titular, dos meses de competición parecen muy poco para accionar la guillotina. Entre otras cosas porque un vistazo a la clasificación deja a las claras que, con 33 partidos por delante, el Sporting está a tiempo de todo.
