Mikel fue el encargado de marcar el gol de la victoria del Marino ante el Siero este domingo y, según él mismo explica, no pudo ser más emocionante: "Se juntó todo para que fuera especial". Sólo llevaba cuatro minutos en el campo cuando Pantiga peinó un saque de esquina lanzado por César García y el balón cayó a los pies de Mikel. "Era el cumpleaños de mi abuela y me emocionó muchísimo. Falleció hace poco más de un año y ya la temporada pasada, jugando con el Covadonga, marqué gol este mismo día. Parece que me ayuda desde algún sitio", afirmaba ayer el jugador marinista. Por si fuera poco, el portero del Siero, Kike, tocó el balón, pero se le escurrió entre los guantes.

El propio Mikel se sorprende ante esta circunstancia. "A veces juego de extremo y otras de lateral. En esta ocasión salí de extremo, pero en todo caso no soy de meter muchos goles, lo que se dice un goleador nato. Se dio el guión perfecto para que fuera un gol especial: lo de mi abuela, que salía del banquillo y que sirvió para ganar", resalta el luanquín.

Fue además toda una declaración de intenciones para ponerle aún más difíciles las cosas a Oli. Mikel jugó los primeros partidos como titular, pero en las últimas convocatorias le ha tocado esperar en el banquillo. Él no le da mayor importancia: "Estoy jugando como primer cambio para ayudar al equipo como revulsivo o para mantener el resultado. Lo que tengo que hacer es aprovechar los minutos que tengo para que el Marino siga en la bonita lucha en la que estamos".

El zurdo afirma que sabía que iba a haber mucha competencia en el equipo y no le ha pillado de sorpresa. "Somos muchos jugadores y hay mucha calidad en el equipo, lo que hacemos todos es trabajar al máximo para ayudar al Marino. Así es como se consiguen cosas buenas", sostiene el jugador.

Mikel es de Luanco y está cumpliendo un sueño al jugar en el Marino. "Crecí viéndolos jugar en Segunda B y me encantaría ayudar a que volviera a estar en la categoría. Lo estoy disfrutando mucho porque estoy jugando en mi casa de verdad", sostiene el jugador azulón.

El equipo no empezó con muy buen pie la Liga, pero cada vez está con más confianza: "En Grado metimos la pata, está claro, pero el 4-0 nos sirvió para hacer más piña. La victoria ante el Caudal nos dio el empujón que necesitábamos y ahora veníamos de dos salidas complicadas consecutivas que nos dieron todavía más confianza para ganar al Siero también. Toca seguir en esta línea".

No será fácil hacerlo en el siguiente choque, que será el sábado en el campo del Ceares (La Cruz, 16.30 horas). "Es un equipo muy correoso en su campo, vamos a hacerlo lo mejor posible para continuar con la buena racha", afirma Mikel.

Emilio Morilla mejora

El equipo tuvo descanso ayer y hoy retoma los entrenamientos, en lo que se espera sea la vuelta al grupo de Emilio Morilla. El parte médico de ayer anuncia que el jugador mejoró de la lumbalgia que le tuvo apartado la semana pasada y que a lo largo de la semana comenzará a entrenar con normalidad. Luis Morán también está reincorporándose progresivamente al trabajo, mientras continúa el proceso rehabilitación por la luxación de hombro. El que todavía no se puede incorporar al equipo es Martín, que no se ha recuperado de su lesión de isquiotibiales.