La extremo argentina Camila Bonazzola jugó ante el Monvedre su mejor partido desde que forma parte de la plantilla del Liberbank Gijón, y marcó ocho goles, el doble de los que había marcado en los cuatro partidos anteriores.

"Fue un partido en el que logré soltarme. Diego (en referencia al técnico de las gijonesas) me dio mucha confianza, y además me llegó mucho más la pelota que en otros partidos", afirmó Bonazzola, que poco a poco va conociendo el potencial de la Liga española. "Sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar y que tendríamos que esforzarnos el doble de lo que hacíamos en Argentina", reconoce. La argentina habla en plural ya que con ella están otras dos compatriotas, Shula Gavilán y Flor Ponce, que también están en pleno proceso de adaptación, ya que apenas llevan un par de meses en Gijón, menos incluso en el caso de Flor. "Hay que entrenar muy duro porque todas las semanas tienes un rival muy difícil, el nivel es mayor y el ritmo con el que se juega también mucho más elevado", destaca la extremo.

Precisamente compartir equipo y también domicilio "es una gran ayuda. Con Shula llevo jugando en las distintas selecciones desde los 13 años y es como mi hermana, una persona que es capaz de levantarme el ánimo cuando las cosas no te salen como quisieras". Es el lado positivo. El negativo de su estancia en Gijón es, sin lugar a dudas, "estar tan lejos de la familia para que te apoye en los altibajos". Sin embargo, Camila está encantada tanto en la ciudad como con el resto del equipo. "Formamos un lindo grupo, las compañeras me están ayudando en todo", asegura, "y además ya vamos conociendo la ciudad y todo el mundo nos está tratando genial". Bonazzola está segura de que "el equipo está creciendo cada día e irá a más". Sobre las dos derrotas encajadas, la extremo considera que "fueron por pequeños detalles, que por supuesto hay que ir puliendo. Y para eso trabajamos cada día. Hay que aprender de esos errores y tratar de que no se vuelvan a repetir".

El Liberbank Gijón afronta este fin de semana un encuentro complicado en la cancha del Elche, un rival que se ha reforzado, pero ante el que las gijonesas deberán buscar la victoria para llegar en una situación mejor tanto en la clasificación como en el aspecto anímico al siguiente encuentro en casa, y en el que se enfrentará nada menos que al Atlético Guardés, actual líder y uno de los favoritos para hacerse con todos los títulos en juego.