Remó, pero se quedó en la orilla. El Ceares mereció obtener mejor premio ante la visita del Marino de Luanco, que se presentaba en La Cruz con una racha de cuatro victorias consecutivas que vio peligrar. Un error del guardameta Nacho, a cinco minutos del final, al no sujetar con firmeza una chilena de Luis Morán que se iba fuera, supuso el gol de Álvaro que desequilibró el marcador (0-1).

El encuentro no fue excesivamente vistoso en las áreas, con poca presencia de los porteros y mucho fútbol en el centro del campo.Las defensas se impusieron a los ataques. Tras un inicio en el que el Marino llevó la iniciativa, el equipo de Nacho Cabo logró, al menos, equilibrar las fuerzas y comenzar a intimidar al equipo de Oli. En la segunda mitad, los cambios le dieron otro aire al Marino. Primero con la entrada de Luis Morán y, en los últimos minutos con la de Álvaro,