Este Liberbank Oviedo es fiable. El conjunto dirigido por Javi Rodríguez despejó ayer en la capital orensana las dudas que podía haber sobre su rendimiento en los minutos finales de los partidos con un triunfo que supone todo un puñetazo encima de la mesa. Tras perder en la recta final las ventajas que tuvo contra el Bilbao y el Palencia, en Pumarín, y jugar un mal último cuarto en Cáceres que impidió una victoria de paliza, el conjunto ovetense sacó ayer la cabeza cuando más apurada estaba la cosa para doblegar a un correoso Ourense.

Y eso que la cosa no fue nada fácil. Tras dominar durante la mayor parte del encuentro, con diferencias que fueron balanceándose entre los dos y los ocho puntos (26-34) en la primera parte y hasta los siete en la segunda (41-48), un momento de flaqueza permitió a los locales sacudirse y disputar el tramo final con cierta ventaja. Los seguidores del OCB volvían a temerse lo peor. Pero esta vez salió cara.

Mucho tuvo que ver en ello el ala-pivot Rosa, que ya apuntó grandes cosas en la jornada anterior. Con el 60-58 en el electrónico y una defensa asfixiante de los orensanos, el malagueño conectó un triple lejanísimo, al final de la posesión, que fue como un bálsamo. Pocos minutos después, con 64-63, un mal pase de Víctor a Ahonen puso en bandeja el contragolpe a los locales, que fallaron incomprensiblemente. Entonces, el que no perdonó fue el Liberbank. Otro triple de Rosa, un dos más uno de Van Zegeren (¡con adicional convertido a tablero!) y una nueva canasta desde 6,75 del inspirado Ahonen sirvieron en bandeja un final sin apuros.

Fue un justo premio para un OCB que había comenzado con las ideas claras en defensa, pero con la escopeta averiada. Le costó cuatro minutos anotar los primeros puntos, a cargo de Van Zegeren. Una vez se rompió la timidez anotadora, las cosas empezaron a fluir (12-16 al final del primer cuarto). En el segundo, Ahonen y Rosa calentaron la muñeca y la defensa continuó siendo muy seria. Únicamente la flojera bajo aros impedía la escapada asturiana (33-36).

En el tercero, cuando todo pintaba a favor de los de Javi Rodríguez, Jhornan Zamora tiró de los locales y levantó los ánimos del palacio con varios triples y acciones de garra. Un parcial de 13-3 puso por delante al Ourense al finalizar el parcial (54-51), y el Liberbank tuvo que dar lo mejor de sí para llevarse el gato al agua.

La victoria es el mejor cimiento sobre el que construir el nuevo proyecto del Oviedo, que ayer ya pudo contar con los dos jugadores que había echado de menos en las tres primeras jornadas, Rolandas Jakstas y Josep Puerto. Se pudo comprobar que tanto el ala-pívot lituano como el alero valenciano dan un toque más físico al equipo, y que son imprescindibles en una plantilla justa de efectivos.

Derrota del EBA

Por otra parte, el Liberbank Oviedo de Liga EBA cayó derrotado ante uno de los favoritos de su grupo, el Ponferrada (94-68), hundido por un mal último cuarto. Alejandro Rodríguez fue el máximo anotador con 22 puntos.