Eso de que como en casa en ningún sitio pudo más que el viejo proverbio que reza que nadie es profeta en su tierra. Y si no que se lo digan a Javier Corral, Elisa Fernández, Adrián Gutiez, Alba Barreiro y Pablo Menéndez, los cinco judokas del club local que ayer en la primer jornada del Villa de Avilés lograron el metal, en una jornada multitudinaria, con innumerables combates y gran éxito de público, sobre todo en las finales de cada categoría.

Javier Corral lo decía esta semana. "El Villa es un torneo especial y quiero ganarlo. Hay que ser exigentes". Y dicho y hecho, el primer oro de la jornada, en una final interesantísima, en la categoría de menos de 60 kilos en la edad menos de 18 años. Idéntico resultado tuvo la judoka Elisa Fernández, solo que en la modalidad de menos de 48 kilos.

"Al principio me parece que tardamos en empezar, pero una vez que arrancaron los combates fue todo mucho más rápido. Además, la rival que tenía delante me había ganado en otras ocasiones, así que estoy contenta por haber podido cobrarme una pequeña ventaja, y encima en casa", afirmó la joven deportista.

Adrián Gutiez firmó la plata en la categoría de menos de 60 kilos, en edad sub-21. Por su parte, Alba Barreiro logró el bronce en menos de 63 kilos en menos de 18 años, idéntico metal que consiguió Pablo Menéndez en menos de 81 kilos, en la categoría sub 18. "Las sensaciones han sido muy buenas, fue todo muy rápido. Eso sí, creo el bronce me deja una sensación algo agridulce, pero el combate en las semifinales fue muy duro. Aún así, estoy contento por el resultado", afirmó Menéndez.

El que lo vivió también con orgullo fue el entrenador del Judo Avilés, Carlos Fernández. "Es un día para la historia del club. Venimos de un torneo de Vigo donde no nos salieron las cosas como nosotros queríamos, pero hoy (por ayer) sí. Hemos estado al nivel de hace años. Hace siete años que no firmábamos estos resultados. Estamos felices", concretó.

El Villa de Avilés continuará hoy, con la disputa de la súper copa sub 1, con combates desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde. Será entonces cuando el Villa de Avilés se despida hasta la temporada que viene, eso sí, habiendo dejado una jornada histórica.