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El compañero de Griezmann que brilla en el Praviano

Xabi Semedo jugó con el campeón del mundo en los juveniles de la Real Sociedad: "Era muy callado, venía y jugaba, nada más", dice

Xabi Semedo posa con la camiseta del Praviano en su casa de Gijón. A. G.

Esta misma semana, Antoine Griezmann se ha dejado 230.000 euros en un potro para participar en exhibiciones hípicas. Mientras tanto, Xabier Semedo, jugador del Praviano, se levanta por las mañanas para ir desde Gijón a la parafarmacia de Oviedo donde trabaja como asesor nutricional. El francés, estrella del Atlético de Madrid, es campeón del mundo y Semedo juega en el Praviano. Aparentemente nada les une. Pero los dos delanteros coincidieron dos años en los juveniles de la Real Sociedad.

"Recuerdo que Griezmann tenía problemas con el idioma y que era un chico callado. Venía a jugar y se marchaba, poco más. Se le veía que tenía cualidades, pero cuando estaba con nosotros tampoco es que fuera el que más destacara. Explotó después", explica Semedo.

La vida del jugador del Praviano es una de tantas historias de jugador prometedor, que al final termina desarrollando su pasión en el fútbol de barro. Referente del conjunto de Pravia en las últimas temporadas, este fin de semana marró un penalti en la victoria de su equipo frente al Real Avilés.

"Aquí soy muy feliz, se nota que me valoran y me siento importante. Es un club muy familiar, he tenido otras ofertas, pero vale más el cariño", dice.

Semedo nació en Bilbao hace 27 años. Irónicamente, terminó en la Real Sociedad porque a su padre le salió una oferta de trabajo en San Sebastián. "Ahora la rivalidad es menor, pero en aquellos años no estaba del todo bien visto ser de Bilbao y jugar allí", rememora. Semedo llegó a Zubieta (instalaciones de la Real) con 12 años y probó las mieles de un equipo de elite. De buenas a primeras le regalaron botas, ropa deportiva y se acostumbró a ganar todos los partidos. Pasó por todas las categorías inferiores, hasta que en los dos años de juveniles en la cantera txuri urdin se mezcló con el delantero galo. "No hicimos mucha amistad, no hablaba mucho. Tenía cualidades sí, pero no era mucho mejor que nosotros", sintetiza.

El último año de juveniles, Xabi regresó a Bilbao. Sus primeros años de senior los pasó en el Aurrerá de Vitoria, donde coincidió con otro futbolista de Primera, Mikel Vesga, centrocampista del Athletic, cedido ahora en el Leganés. "A él se le veían muy buenas condiciones, con mucha planta, y mira donde ha llegado", remarca el delantero diestro.

Su desembarco en Asturias se produjo a través del Marino de Luanco, en Segunda B. Tras un irregular inicio en la temporada 14-15, Xabi terminó el año haciendo campeón de Tercera al Condal. Pero lo que parecía el paso previo a un ascenso casi sin límites, se transformó en un infierno. La cabeza traicionó a Semedo y caso deja el fútbol.

"Me empecé a exigir demasiado. Me obsesioné. Apareció Pablo García Cuervo -ahora jefe de prensa de la Federación Española- y me habló del Praviano. Me dijo que allí iba a poder jugar con más calma". La apuesta le ha salido bien a un tipo que aunque no pueda pagar 230.000 euros por un caballo lleva ya cuatro temporadas disfrutando en Pravia.

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