El Langreo ya ha superado el 'Tourmalet' de la primera vuelta. Con diez encuentros transcurridos, los de Hernán Pérez ya saben lo que es jugar ante los siete primeros clasificados del grupo II de Segunda B. Tras haberse medido a los equipos más potentes en el tramo inicial de la competición, el cuadro de Ganzábal respira fuera de las posiciones de descenso. El margen es de tres puntos respecto al play-out y de cuatro respecto al descenso directo.

El balance en estos siete encuentros es de tres empates y cuatro derrotas; tres puntos que pueden resultar determinantes en el devenir final de la competición y que pueden marcar la salvación al término de la campaña. Los langreanos empataron ante el Real Oviedo B (2-2 en El Requexón), ante la Real Sociedad B (1-1 en Zubieta) y frente al Logroñés (0-0 en Ganzábal), mientras que cayeron ante el Racing de Santander (4-1 en El Sardinero), frente al Barakaldo (1-0 en Lasesarre), contra el Mirandés (0-1 en Ganzábal) y ante el Arenas (4-1 en Gobela). A excepción de los duelos de Santander y Getxo, el equipo ha tenido opciones de puntuar en todos los encuentros y las sensaciones del Langreo hablan de una rápida adaptación a la categoría.

Además, en únicamente dos de estos partidos, el Langreo actuó como local, por lo que en la segunda vuelta, los equipos más potentes de la categoría tendrán que rendir visita a Ganzábal, un estadio donde el conjunto de Hernán se lleva haciendo fuerte en las últimas temporadas y donde esta campaña ha sumado diez de sus doce puntos.

En sus tres encuentros restantes, dos de ellos ante equipos de la zona de descenso, el Langreo ha conseguido ganar. Los de Hernán se impusieron a la Cultural de Durango, al Gernika y al Izarra. El Langreo inicia ahora una serie de duelos ante rivales de la zona media y baja de la clasificación, unos choques que resultarán determinantes para sellar sus aspiraciones.