"Después de ocho meses sin tocar un balón tenía muchas ganas de jugar y de comerme el terreno de juego". Este es el sentir de Jaime Serrano (Oviedo, 25 años) tras estrenarse el pasado domingo con la camiseta caudalista. Atrás han quedado ocho meses en los que dejó el Tuilla para acompañar a Chuchi Collado al Caudal, pero también en los que pasó de creer que había sufrido una rotura de fibras a, en realidad, tener un tendón fracturado. Un calvario felizmente superado.

Los últimos meses del defensa ovetense son complicados. El zaguero jugó su último encuentro oficial el pasado curso con el Tuilla el 29 de marzo ante el Ceares. Esa tarde Serrano sufrió una lesión que hizo que en el minuto 28 del duelo por la que tuvo que abandonar el estadio. El diagnóstico, en aquellas fechas, era que había padecido una rotura fibrilar. Un trance más o menos fácil de superar. Era la trigésima jornada de Liga y lo lógico es que su recuperación le hubiera permitido reaparecer con la elástica "dinamitera" antes de final de curso. Pero no. Lejos de poder hacerlo acabó el curso sin volver a jugar. Cuando llegó el verano, miró opciones y acabó fichando por el Caudal. Chuchi le convenció.

Serrano inició la pretemporada con el equipo mierense como un jugador más, pero a los pocos días seguía sin recuperarse, lo que hizo que tuviera que someterse a distintas pruebas médicas en una época, julio y agosto, en la que muchas clínicas cierran. Le diagnosticaron una dolencia más grave en un tendón. Rondó el quirófano, pero lo regateó, lo que frenó los tiempos de una recuperación que culminó el domingo pasado con su "debut".

"La verdad es que tras una recuperación tan larga salió todo fenomenal. Estoy encantado", confiesa Jaime Serrano, que saltó al campo en el duelo frente al Llanera por la lesión de Álex Blanco en el calentamiento. El ovetense explicó que "ante el Llanera iba a ser suplente pues la idea era que fuera entrando en el equipo poco a poco pero ante el percance de Álex tuve que calentar en cinco minutos y salir desde el inicio. Al principio iba con algo de miedo pero, con el paso de los minutos, comencé a ir adquiriendo confianza y me noté francamente bien". Serrano volvió a sentirse futbolista, aunque admite que aun le falta ritmo de competición. "Llevo varias semanas entrenando con el equipo y creo que iré a más con el paso de los entrenamientos y los partidos", dice el ovetense, convencido de la mejoría del Caudal: "Hemos merecido tener mejores resultados. Nos queda tener más fortuna de cara al gol y estamos yendo a más".