En la temporada 2014-15 faltó un pelo para que la rivalidad entre el Barcelona y el Real Madrid, el clásico con más gancho del mundo, se trasladase a una final europea. El Barça cumplió llegando a la final de Berlín, pero un gol de Morata con la Juve en el Bernabéu impidió la conjunción astral. Lo que fue imposible en Europa se ha hecho realidad en Sudamérica, ya que dos equipos de la misma ciudad, históricamente enfrentados, se medirán en la final a dos partidos de la Copa Libertadores: Boca Juniors-River Plate, con el primer partido hoy en La Bombonera a las 20.45 (Movistar Liga de Campeones).

La rivalidad Boca-River tiene cien años de historia y ha dado para episodios de cualquier tipo, pero esta final lo supera todo. El miedo a la derrota contra el enemigo más odiado carga de dramatismo unos partidos que van más allá de lo deportivo. Hasta el presidente de la República Argentina, Mauricio Macri, que fue presidente de Boca entre 1995 y 2007, intervino para que se hiciera una excepción y los hinchas visitantes pudiesen estar en La Bombonera y el Monumental. No lo consiguió.

La seguridad es una de las grandes preocupaciones y desde hace días el despliegue policial es inaudito. El último precedente Boca-River en la Copa Libertadores, en los octavos de final de 2015, no invita al optimismo, ya que la eliminatoria se tuvo que suspender cuando los hinchas de Boca lanzaron gas pimienta sobre los jugadores de River. Idéntico resultado recibió la solicitud de la comunidad judía, que intentó que los partidos no se jugaran el sábado por la tarde.

Precisamente, los dirigentes de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) decidieron fijar el horario de las 21 (17 en Buenos Aires) tanto para el partido de hoy como para el del sábado 24 como un guiño a los aficionados europeos. El duelo tiene un interés añadido para los seguidores del Real Madrid, ya que el ganador se perfila como el principal obstáculo en su camino hacia el Mundial de clubes de diciembre en Emiratos Árabes Unidos.

En lo puramente deportivo, el River parte como ligeramente favorito por su estadística reciente. Desde la llegada a su banquillo de Marcelo "El Muñeco" Gallardo, los "Millonarios" superaron a Boca en los torneos por eliminatorias: la Supercopa argentina de este año, las semifinales de la Copa Sudamericana de 2014 y los octavos de la Libertadores de 2015. Para evitarlo, su colega Guillermo Barros Schelotto confiará en hombres de ataque como Benedetto, Pavón, Villa, Zárate y Tévez, aunque este último ni siquiera tiene garantizada la titularidad tras una brillante carrera internacional que quiere culminar con el trofeo más codiciado.