Una de las mayores preocupaciones de Anquela y de la afición del Oviedo de cara al derbi era -aún es- el estado físico de Saúl Berjón, el jugador franquicia del club. El ovetense se perdió el partido en Riazor ante el Dépor (4-0) por una contractura muscular que le hacía ser seria duda para jugar esta noche ante el Sporting en el Tartiere (20.45 horas). Sin embargo, el extremo, en manos de los médicos, como admitió esta semana, parece en condiciones de poder ser titular en el municipal ovetense en uno de los partidos más importantes de la temporada, que además llega en el momento más crítico para el Oviedo en esta campaña. Ayer, Berjón, centro de atención en El Requexón, completó al mismo ritmo que sus compañeros el último entrenamiento del Oviedo antes del derbi, la mejor noticia para su entrenador y para la parroquia oviedista.

Hizo todos los ejercicios, pases entre compañeros, finalización de jugadas y partidillo final, y fue el primer jugador en retirarse del entrenamiento, con gesto sonriente y atendiendo a los aficionados del Oviedo que acudieron a El Requexón para apoyar a los jugadores carbayones antes del gran partido asturiano. Berjón, máximo goleador azul con tres dianas, es el jugador más determinante del Oviedo sobre el terreno de juego y el único canterano del primer equipo junto con Diegui. Si no hay ningún contratiempo de última hora, Berjón, que ha forzado al máximo su estado físico para poder estar con el equipo, saltará esta noche al césped del Tartiere para jugar su tercer encuentro ante el Sporting. El canterano ha disputado dos derbis, los de la temporada pasada -empate en El Molinón y victoria oviedista en el Tartiere-, y todavía no sabe lo que es perder ante los gijoneses.

Tampoco conoce la sensación de anotar un gol ante el eterno rival, aunque hoy intentará meter su cuarto tanto en la competición y dedicárselo al exjugador azul Michu, su gran amigo, que estará en las gradas del Tartiere apoyando al Oviedo. Berjón se ubicará en la izquierda, donde previsiblemente se enfrentará al sportinguista Molinero, un lateral de carácter defensivo y con una mochila de experiencia a sus espaldas. Nada que ver con el perfil de Montoro, al que Berjón superó con claridad en el último derbi en el Tartiere. Berjón, 32 años, uno de los capitanes del grupo, es una de las armas a las que se agarra el Oviedo para hacerse fuerte en el Tartiere. Anquela ya le explicó ayer lo que espera hoy de él, ya que ambos tuvieron una charla en El Requexón.