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Incluso en horas bajas

La oportunidad de los dos equipos de dar una alegría a su afición y relanzar su trayectoria

Incluso en horas bajas

Jugar un derbi mirando más hacia la parte baja de la clasificación que hacia los puestos de honor no es algo que sea precisamente muy aleccionador. Como tampoco lo es que, un año más, el encuentro de la máxima rivalidad regional se dispute con los dos equipos asturianos aparcados en la Segunda División del fútbol español. Parece que no habrá lleno en el Carlos Tartiere, lo que es muy sintomático del estado de ánimo en que se encuentran ambas aficiones. Pero así y todo seguro que los seguidores de uno y otro equipo vivirán el partido de esta noche en el Carlos Tartiere con la máxima intensidad. Con la esperanza, unos y otros, de que el encuentro de hoy sea el del despegue, el del relanzamiento de su respectivo equipo favorito.

¿El fuerte correctivo del Deportivo al Oviedo el pasado sábado en Riazor puede servir de acicate a los azules ante el emotivo enfrentamiento ante el Sporting? ¿O va a ser una losa difícil de olvidar y superar? La respuesta, en unas pocas horas. Por supuesto que la hinchada oviedista se decanta por la primera opción. Pero lo cierto es que los discípulos de Anquela llevan una temporada con tantos altibajos que realizar cualquier tipo de vaticinio resulta prácticamente imposible. ¡Pero si es que hasta en un mismo partido, como sucedió ante el Mallorca, los oviedistas son capaces de dar dos imágenes totalmente contrapuestas ante la desesperación de sus incondicionales!

Tal como van las cosas por la casa azul -bastante más mal que bien- sus aficionados consideran que ha llegado el momento de, vistos los buenos resultados del Vetusta en la Segunda División B, empezar a dar oportunidades a los chavales de la cantera. No tiene por qué haber una revolución (impensable de acuerdo con los esquemas de Anquela), pero sí un goteo que facilite la llegada de savia nueva a un equipo quizá demasiado apoltronado en estos momentos.

Y qué mejor que un partido de la máxima rivalidad regional para hacer algún tipo de probatura de este tipo, a la vez que un guiño a la grada. Como, por ejemplo, y fundamentalmente, devolver la titularidad a Javi Hernández. Pero no quedarse sólo ahí. Es evidente que los jugadores hechos en El Requexón (como ocurre con los de Mareo) van a vivir con mucha más intensidad que el resto un derbi de estas características. Por eso tendría gran relevancia que Saúl Berjón fuese esta noche de la partida, aunque no es que esté en su mejor momento de forma. El arraigo cuenta. Como decía ayer en estas mismas páginas el exsportinguista Tati: "Yo jugaba en los derbis contras tres o cuatro que llevaban dándome patadas desde infantiles". Y eso se vive o no. Simplemente. Y luego se palpa en el terreno de juego en un partido como el de hoy.

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