Iván Cantero lleva tatuada en su brazo derecho en árabe la palabra "ilusión". Y eso es precisamente lo que ha cumplido este llanisco de 22 años, tras clasificarse para disputar el European Tour de golf, algo así como la máxima categoría de este deporte, siempre con el olimpo de los Estados Unidos en el horizonte. Allí se verá las caras con todos los grandes. Y aunque esto ya se trata de un hito mayúsculo, su entrenador y tío, Alfredo Gutiérrez, lo tiene claro: "Este es el primer paso de una escalera, pero una escalera por la que solo suben los mejores". Cantero fue en Tarragona uno de los tres españoles -junto a Alejandro Cañizares y David Borda- que lograron la tarjeta europea, tras una durísima competición de seis días.

Iván empezó a jugar a los tres años. Fue con su tío Alfredo en el campo de golf de Llanes. Desde los cinco, no ha dejado de entrenar cada uno de los días de su vida y desde los ocho que juega campeonatos de España en todas las categorías. No tiene pensado ponerse freno. "Cuando lo logré, primero pensé en mantenerme el primer año, pero ahora creo que el objetivo tiene que ser seguir mejorando y ganar algún torneo".

Al chaval, confianza no le falta. "Sé que puedo jugar contra grandes como Sergio García. Ellos solo van a los torneos más importantes, pero creo que puedo ganar a cualquiera. Confío en mí. Ellos son muy buenos, pero también humanos y pueden fallar", dice.

El que mejor le conoce en el campo es su técnico. Alfredo Gutiérrez responde a quemarropa: "A ver... tiene buen driver y es bueno en el juego en corto, pero destaca en todo. La verdad es que es muy bueno". Sobran más explicaciones.

Iván Cantero ha dado un salto sustancial en su carrera. Estará con los mejores en el European Tour, algo que solo un asturiano había logrado antes, el gijonés Alfredo García Heredia. No ha sido fácil. Tuvo que pasar dos rondas clasificatorias, una a finales de septiembre en Portugal y otra, en Alicante. Esta semana, en el Lumine Golf de Tarragona certificó la clasificación después de jugar las seis jornadas como reloj, con todas las tarjetas bajo par.

Alfredo Gutiérrez no estuvo con su chico. Le tocaba trabajar en el Real Club de Golf La Barganiza. Siguió las evoluciones del chaval por teléfono. "Me iban mandando mensajes en cada golpe que hacía. No sabía si lo iba a lograr, pero sí que iba a estar muy cerca porque lleva unos meses que se sale", explica. El protagonista no cabe en sí de alegría. "Estoy muy feliz. También por mis padres y por mi novia, y claro, también por mis entrenadores", añade Cantero.

En dos semanas, pone rumbo a Johannesburgo para el Open de Sudáfrica. Dar el salto al European Tour significa más responsabilidades, pero también premios mayores. Algunos, los más importantes, bordean el millón de euros.

La presión no debe afectarle demasiado, porque no es su primera vez en una gran cita. Hace cuatros años jugó la Ryder Cup junior: los ocho mejores de Estados Unidos contra los ocho mejores de Europa. "Perdieron, pero Iván hizo un papel muy bueno", puntualiza Alfredo Gutiérrez.

También ha hecho temporadas memorables. Hace tres años se llevó en un visto y no visto el campeonato de Canarias, la copa de Cataluña, la de Baleares y el internacional de Francia. Un logro que ahora ensombrece ante el reto mayúsculos al que se enfrenta Iván Cantero, un llanisco entre los más grandes del golf.