Enardecido por un Tartiere en ebullición, el Oviedo arrolló al Sporting en 15 minutos que sirve de perfecto resumen lo que significa salir a jugar un derbi o simplemente un choque más. El que entendió el escenario fue el Oviedo, por supuesto, que en ese cuarto de hora inicial ganó cada batalla que se le presentó sobre el césped. La ventaja tomada en la fulgurante puesta en escena fue suficiente para los de Anquela, ordenados después, ante un Sporting sin alma, que intentó agarrarse al gol de penalti de Carmona. El 2-1 vuelve a darle la hegemonía futbolística del Principado al Oviedo.

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A los 2 minutos cayó Cerro, lesionado, en una advertencia de lo que supondría el inicio del partido para un Sporting destemplado. Incómodo en un Tartiere en ebullición. El Oviedo sí se adaptó al ambiente de forma automática, mérito incuestionable, y se preparó para cada balón dividido como si fuera una batalla. El mejor ejemplo se vio a los 5 minutos. Berjón lanzó una falta frontal, Babin rechazó en primera instancia y, a partir de ahí, cada jugador azul se impuso en su parcela. Tocaron Folch, Alanís y Tejera, los tres en área rojiblanca, y la pelota le cayó a Ibra en posición franca. El senegalés ejecutó con un estético escorzo a la red.

La superioridad azul en la pelea aérea vivió un nuevo capítulo de inmediato, sin darle tiempo al Sporting a procesar el primer descalabro. Berjón centró, esta vez desde la banda, y Alanís, poderoso salto, cabeceó a la red. A los 11 minutos el Oviedo ganaba 2-0 y había gozado de otro par de ocasiones, sin suerte Berjón e Ibra en la ejecución.

LaLiga 123: Resumen del Oviedo - Sporting Gijón

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No se tuvo noticias del Sporting en toda la primer mitad. El único aviso de presencia en el choque fue un derechazo desviado de Cristian Salvador, pobre bagaje de los de Baraja, desubicados y cohibidos por el ambiente. El Oviedo, bien plantado y atento a las ayudas, esperó algo más cerca de su área a medida que avanzó el choque. Tocaba ceder algo de terreno para ver qué proponía el Sporting. La sentencia podía estar en los espacios.

Al descanso, Berjón, que había llegado justo al choque tras salir de una lesión, dejó su sitio en el campo, previsiblemente tocado, a Johannesson. La primera ocasión tras el receso fue del islandés, pero su centro no encontró rematador. Hubo que esperar 53 minutos para ver el primer intento sportinguista sobre Champagne, un tibio remate de Pablo Pérez que el meta capturó sin esfuerzo.

A los 73' cambió el choque en una acción aislada. El Sporting, por fin, ganó el duelo en el área rival. Forlín chocó con Neftali cuando iba a rematar y el árbitro señaló penalti. Carmona ejecutó para recuperar el interés en el choque. El Sporting, de pronto, volvió a creer.

Dio otro paso adelante el equipo de Baraja pero el Oviedo defendió con orden. Djurdjevic intentó la igualada pero su disparo salió centrado, sin chicha. Contestaron los locales: testarazo de Johannesson y genial intervención de Mariño. El partido murió en el campo del Oviedo pero sin apuros para Champagne.

El Oviedo, en un ejercicio de brío, vuelve a reinar en el derbi y deja muy tocado a Baraja en el Sporting.