El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, señaló ayer, al hilo del reciente escándalo del fútbol belga, que la influencia de algunos agentes en algunos clubes es desmesurada y que habría que regularlo, aunque reconoció que es difícil encontrar una "solución inmediata".

"La influencia de algunos agentes en algunos clubes es tremenda, y esto puede dañar la competición incluso aunque no haya amaño de partidos. Es una de las cosas que deberían de ser reguladas", dijo Ceferin. El máximo responsable de la UEFA se ofreció para que los órganos de gobierno de la institución que preside aborden el asunto, pero precisó que se trata de una competencia de la FIFA.

El escándalo del fútbol belga sobre presunto amaño de partidos afecta a varios a varios entrenadores, árbitros, directivos y agentes, entre ellos al club Mouscron, que se sospecha es una propiedad encubierta del representante Pini Zahavi, práctica prohibida por la FIFA y por la ley belga.

Ese agente de nacionalidad israelí recibió, además, 10,7 millones de euros del PSG por la transferencia de Neymar desde el Barcelona, según publicó el semanario alemán "Der Spiegel" en el marco de las filtraciones de "Football Leaks". Preguntado si una posible solución sería que fueran los jugadores y no los clubes los que remunerasen a los agentes, Ceferin -que no se refirió a ningún club o agente en particular- se mostró escéptico y dijo que se puede "intentar poner límites, pero si los jugadores quieren pagar más siempre pagarán más". Ceferin descartó, además, la creación de la Superliga.