Al Liberbank Oviedo Baloncesto le están sucediendo esta temporada casi todas las desgracias imaginables en lo relativo a lesiones. La última de ellas, la de Fran Cárdenas, ha sido la más dura de todas. El base onubense, que la pasada temporada se rompió el ligamento cruzado de su rodilla derecha, abandonó la pista durante el encuentro que el Oviedo perdió el sábado ante el Araberri (74-72) entre lágrimas y gritos de dolor y desesperación.

Iban seis minutos de juego cuando Cárdenas se disponía a penetrar a canasta y notó algo en su rodilla derecha. Algo similar a lo que sintió durante un entrenamiento en diciembre del año pasado y que le supuso una dura penitencia de más de ocho meses de trabajo en la sombra. Entre hoy y mañana se sabrá más del alcance de esta nueva lesión que ha dejado al equipo muy tocado en lo deportivo y, sobre todo, en lo anímico. El segundo capitán del equipo, uno de los más queridos por afición y compañeros, será una de las muchas bajas del Liberbank Oviedo el miércoles (20.15 horas) frente al TAU Castelló en Pumarín.

Tampoco podrá contar ese día el Liberbank Oviedo con Josep Puerto, que sigue en Valencia recuperándose de unos problemas de espalda que se están complicado más de lo esperado. El club asturiano apenas ha podido disfrutar de una pieza que debía ser importante. También lesionado sigue Joey van Zegeren, con una rotura de fibras que al menos le tendrá otra semana en el dique seco. Por si fuera poco, Matti Nuutinen se va con la selección finlandesa y se perderá los encuentros del miércoles y del domingo en la cancha del Lleida. Y el canterano Alonso Meana, habitual con el primer equipo, también sigue recuperándose de una lesión.

Un cúmulo de desgracias que le llegan al Oviedo justo en una semana en la que tiene que afrontar dos partidos y que obligarán al entrenador Javi Rodríguez a buscar soluciones en el filial.