Si con el ascenso de José Alberto López todo es felicidad en el primer equipo sportinguista, al filial parece que le ha caído encima una maldición con los goles tempraneros que ha supuesto dos derrotas para el bueno de Isma Piñera al frente de los guajes.

En Irún, una diana de Orbegozo apenas a los cuatro minutos en una estupenda salida de los irundarras fue una losa dura de alzar para el joven equipo de Mareo, redoblada a los siete de la segunda con otra diana vasca en el primer compás del periodo. Trataron de reaccionar los gijoneses y lo lograron, pero el poste en dos ocasiones, e Irazusta con un par de intervenciones de calidad lo evitaron, sellando el Sporting B una nueva derrota lejos de casa.

La primera parte fue controlada por los locales. A los cuatro minutos de juego, Eneko Eizmendi adelantaba a los locales y el Sporting B tardó en reaccionar. Poco a poco, y a partir del paso por el minuto quince, los locales fueron bajando el pistón, dejando más la posesión de balón al Sporting para buscar las contras. Pero apenas creó peligro el cuadro de Mareo, convirtiendo al meta local Irazusta en un espectador que no tuvo que intervenir. Cerrando bien huecos a los intentos visitantes, el Real Unión conservó su ventaja con tranquilidad.

La segunda parte comenzó exactamente igual que la primera, con el conjunto fronterizo presionando arriba y jugando con mucha velocidad. Así, apenas en el primer minuto de la reanudación, Etxaburu obligaba a un paradón de Christian Joel en la primera oportunidad de los blanquinegros.

Y a los pocos minutos, sin que hubiera despertado el once asturiano, córner sobre la meta sportinguista que remata Orbegozo con un poderoso cabezazo al travesaño y el rechace, también de cabeza, lo llevaba Estrada a las mallas con un remate ante el que nada pudo hacer el portero visitante.

Al Sporting B le costó reaccionar, ya que le hizo daño este nuevo tanto de los vascos. Además, sobre la hora de juego, Alain Eizmendi a punto estuvo de hacer el tres a cero, pero de nuevo Christian Joel lo evitó. Poco a poco, el equipo vasco fue retrocediendo metros para dejar la iniciativa a los rojiblancos y buscar las contras. Tres claras ocasiones tuvo el Sporting B para recortar las diferencias y meterse en el encuentro, pero este del Stadium Gal no era el encuentro de la suerte para el bueno de Isma Piñera y sus muchachos.

Así, a los 63 minutos de partido, Gragera enviaba un balón al poste. El rechace le llegaba a Gorka Santamaría en franca posición, remachando a bocajarro el ariete sportinguista para encontrar como respuesta una sensacional parada de Irazusta, pleno de reflejos.

Atacaban con coraje y fuerza los visitantes, y así a los 66 minutos era el lateral zurdo Berto Espeso quien se plantaba solo ante Irazusta, y su remate cruzado se volvía a estrellar en el poste. Mala fortuna para el equipo de Mareo. Luego, desde ese momento, el cuadro gijonés lo siguió intentando todo, pero los vascos se cerraron bien en el trabajo defensivo.

Movían bien los guajes la pelota hasta el borde del área, pero ahí chocaron ante la seriedad defensiva de los guipuzcoanos. Al final, dos a cero pagando muy caro el Sporting B el hecho de salir medio dormitando en los dos periodos de la contienda.