Con una rotación limitadísima por las bajas, en una pista complicada y ante un rival fuerte y en forma, con todo en contra, el Liberbank Oviedo dio un paso al frente y presentó definitivamente su candidatura a los puestos altos de la LEB Oro al ganar ayer en Lérida. El conjunto asturiano salió como un avión y dio un recital de juego durante buena parte del primer tiempo, para después sacar a relucir su carácter y mantener la cabeza a flote, antes de resolver en otro final de infarto. La misma fórmula que le ha permitido sumar cinco triunfos en sus seis desplazamientos, pero con el mérito añadido de la potencia del rival.

Las escasas piezas de las que disponía Javi Rodríguez funcionaron a la perfección. Llorente llevó el timón con maestría; Ahonen y Víctor Pérez anotaron en momentos decisivos; Geks demostró su fiabilidad y bajo los aros se elevaron dos colosos, Arteaga y Jakstas, que anotaron y rebotearon.