No suele ser habitual que un partido de fútbol se suspenda porque un equipo se quede con menos de siete jugadores, pero el Caudal bordeó esta circunstancia el pasado domingo. Los mierenses se quedaron con ocho futbolistas de campo y sin el entrenador, tras mostrarles el colegiado Ruiz de Alegría, de la delegación de Oviedo, la friolera de doce cartulinas de las cuales ocho fueron amarillas y cuatro rojas -Camporro, Viesca y Davo Armengol- más otra figurada para el entrenador Tomé.
Todo empezó a calentarse en la primera parte. En el área del Praviano se produjo un posible penalti a favor del Caudal. El árbitro no sólo no lo pitó, sino que terminó expulsando al técnico visitante. Según viene reflejado en el acta del partido, Tomé se dirigió en los siguientes términos: "¿Pero qué cojones? ¿Cómo coño no va a ser eso puto penalti?". A partir de ahí, la debacle.
Hubo dos frenesís sancionadores. El primero, entre el minuto 40 y el 47. Camporro fue expulsado por doble amarilla -una por protestar y otra por una falta-. Y fueron amonestados Diego Méndez, por un derribo y Borja Navarro, por discutir una decisión arbitral.
El segundo aconteció entre el minuto 82 y el 88. En el minuto 83 había llegado el empate del Praviano, obra de Semedo. Los jugadores del Caudal reclamaron una falta previa. Viesca vio en apenas 60 segundos dos amarillas por protestar. Otro cartón se lo llevó Annunziata, que había sido sustituido en el minuto 70. Por último, en el minuto 88, el Caudal se quedó sin portero. Davo Armengol se fue a la ducha tras decir, según refleja el acta del encuentro, "vaya puto trío de mierda". A todas estas sanciones, hay que sumar otra amarilla a Omar, del Caudal, que además cumple ciclo de amarillas y a David y Rubén del Praviano.
La labor del colegiado trajo cola ayer en Mieres. En el seno del Caudal Deportivo se consideran "agraviados" por la actuación del ovetense, y ya han presentado las pertinentes alegaciones a las más que posibles sanciones para la visita del Colunga el próximo sábado. En total, cuatro bajas de jugadores de campo más Tomé, que, salvo cambio de última hora, tendrá que ver el partido desde la grada.
Roberto Ardura, el presidente del Caudal, considera "injusto" el trato recibido por el colegiado. "No nos lo merecemos. Se equivocaron en todo lo que señalaron", expresó. "Hemos enviado los recursos a todas las expulsiones. Han sido injustas", prosiguió el dirigente que espera ahora que Competición rectifique.
En el Praviano prefieren pasar de puntillas por el asunto. "El partido no fue tan bronco para que hubiera tantas tarjetas. No sé qué es lo que dirían los jugadores del Caudal. Desde mi zona, es imposible escucharlo. No entro a valorar si las cartulinas fueron justas o no. Se veía desde el primer momento que el árbitro no iba a tolerar ninguna protesta", concretó Tito García, el presidente del Praviano.
"Con nosotros no va la historia. Fue una lucha entre los jugadores del Caudal y el árbitro. Habría que preguntarle a ellos", finalizó el dirigente de la entidad praviana, que terminó ganando el partido en el último minuto gracias a la diana de Javier Gutiérrez en un partido extraño en Santa Catalina.
