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La debilidad asturiana de Solari

El técnico del Madrid medita hacer debutar en el primer equipo al mediapunta sierense Álvaro Fidalgo, al que ya entrenó en el juvenil blanco y en el Castilla

Fidalgo, en un partido con el Castilla. TWITTER DE ÁLVARO FIDALGO

Se llama Álvaro Fidalgo, tiene 21 años y es natural de Hevia (Siero). Juega en el Madrid Castilla y en la página web del club de Chamartín se le define así: "Mediapunta que destaca por un gran nivel técnico. Posee una buena conducción del balón y completa esta cualidad con su habilidad en los controles y las entregas. No rifa la posesión y es especialista en dar el último pase. Pero ante todo, este ovetense llama la atención por ser un jugador muy desequilibrante". Seis años después de llegar a la cantera madridista, Álvaro puede alcanzar su gran sueño: debutar con el primer equipo del Madrid. El técnico, Santiago Solari, lo conoce bien. Le cautivó cuando le entrenó en el juvenil A y en el Madrid Castilla. Y ahora medita darle la alternativa con los grandes de forma inmediata. Quizá mañana mismo en el duelo de Copa del Rey ante el Melilla en el Santiago Bernabéu (16.00 horas, 0-4 en la ida). En el probable caso de que se produzca mañana, la jornada quedará grabada en la libreta del fútbol asturiano. Álvaro cogería el relevo de Luis Enrique Martínez, último jugador asturiano en debutar con el primer equipo del Madrid. Fue el 31 de agosto de 1991 en un partido de Liga en Cádiz (0-1 para los blancos, gol de Míchel). Mañana, 27 años, tres meses y cinco días después, el sierense tomaría el relevo de Lucho, hoy seleccionador nacional de fútbol.

La historia futbolera de Álvaro Jiménez tiene mucho de componente genético. Su abuelo, Rafael, conocido por Fidalgo, jugó dos temporadas en el Oviedo (1966-1967 y 1967-1968), aunque también se le recordará por las cuatro temporadas que militó en el Langreo, también en Segunda División. Hoy Rafael, y su padre Luis, son los dos grandes valedores de un chico que apunta maneras desde chaval.

Álvaro comenzó a jugar en el Condal de Noreña, en fútbol sala, en el año 2003. Pronto llamó la atención del Oviedo, club que le reclutó para su cantera en 2005. "Con diez años era especial. Tenía una madurez fuera de lo normal. Empezó de delantero, pero lo retrasé por su visión de juego", comentó hace meses a este diario Marcos Martínez, que fue su técnico en el Oviedo.

En el club azul estuvo cinco temporadas: de 2005 a 2010, años en los que el Oviedo alternó la Segunda B con la Tercera División. En el año 2010, el Sporting aprovechó la debilidad azul para pescar en El Requexón y llevarse a Mareo a Álvaro Fidalgo y a Jorge Meré, dos de sus mayores promesas de entonces: tenían 13 años. Álvaro vistió de rojiblanco dos temporadas, hasta 2012, cuando el Madrid llamó a su puerta y se fue a La Fábrica. "Era muy bueno técnicamente, con visión, cambios de ritmo y finalización", explicó Julio Llanos, que lo entrenó en el Sporting.

Desde hace seis años pertenece al Madrid y tiene contrato hasta 2020. Salvo un año cedido en el Rayo Majadahonda en Segunda B (2016-2017), Álvaro ha ido quemando etapas en el club blanco hasta llegar al Castilla, donde milita actualmente. Con Solari coincidió en el juvenil A y este curso en el Castilla. "Con él disfruté muchísimo y tenemos muy buena relación", comentó el joven jugador en unas declaraciones a este periódico el año pasado. "El sueño de todos los que estamos aquí es debutar", añadió. Ese sueño puede estar a la vuelta de la esquina.

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