La proporción no está nada mal. Asturias aportó dos jugadoras, sobre 21 convocadas, y la seleccionadora para el primer título mundial del fútbol femenino español en todas las categorías. Casi tres días después, Toña Is, María Méndez y Paula Suárez tuvieron un recibimiento acorde al éxito en el aeropuerto de Asturias: "Campeonas del mundo", corearon jugadoras del Real Oviedo, el equipo de María Méndez, y del Femiastur, idéntica leyenda que figuraba en la pancarta elaborada por la Federación Asturiana con la imagen de las homenajeadas. Las tres se formaron en el fútbol base asturiano, cada vez más volcado con el fútbol femenino.

"Empezamos más tarde que otras territoriales, pero en los tres últimos años han aumentado mucho las licencias e incluso las alevines fueron campeonas de España, explicó el presidente de la Asturiana, Maximino Martínez. Toña Is, la primera mujer al frente de una selección española, tiene la sensación de haber hecho historia: "Hemos marcado un antes y un después para el fútbol femenino español".

"No se me olvidarán nunca las caras de las niñas al levantar la copa", contestó Is cuando le pidieron una imagen de este campeonato. Espera que este título sirva "para que se nos haga un poco más de caso porque el fútbol femenino es muy grande". Cree que una de las claves fue la unión: "En Lituania me di cuenta de que este era mi equipo, un equipo ganador. Son una piña y se comportan igual en el campo que fuera".

Sobre su futuro, tras ganarlo todo con la sub-17, reconoció que "siempre sueñas con ser seleccionadora absoluta. Soy ambiciosa, pero ahora mismo tenemos a Jorge Vilda, que está haciendo las cosas muy bien".

María Méndez destacó que el recibimiento fue la guinda al apoyo que sintieron durante todo el mundial: "Desde el primer día sentí los ánimos que llegaban desde aquí. Por eso quiero dedicárselo a mis compañeras. Sin ellas no hubiera sido posible". Tras un 2018 pletórico, con título europeo y mundial, Méndez espera que el año que viene le traiga el ascenso con el Oviedo a Primera División. Y en lo personal seguir escalando hasta la absoluta "con los pies en la tierra".

Desde el banquillo, Paula Suárez puso su granito de arena. "animando a mis compañeras, confiando en ellas al cien por ciento". Junto con la final, la guardameta se queda con el partido de cuartos frente a Corea: "Hubo mucha tensión por el respeto que teníamos al rival, el actual campeón, y por tener que ir a los penaltis". Como sus compañeras, Paula espera que el título sirva "para que muchas chicas se animen a jugar al fútbol".

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