El partido entre el Hispano y el Llaranes, correspondiente a la jornada decimosexta del grupo B de la Primera Regional, estuvo suspendido un cuarto hora, según refleja el árbitro del encuentro, Cruz Hernández, en el acta porque un aficionado del conjunto local arrancó parte de una valla de madera que delimita los límites del terreno de juego y la arrojó sobre uno de sus asistentes. Posteriormente, hizo el amago de entrar al campo con actitud violenta.

El árbitro paró el partido y no lo reanudó hasta que se personó en el campo de Ferrota, en Piedras Blancas, la capital del concejo de Castrillón, una patrulla de la Guardia Civil. Según ha podido saber este periódico, no hay detenidos, ni tampoco denuncia.

Según refleja textualmente el acta del partido "en el minuto 13 de la segunda parte, el partido se detiene momentáneamente a las 17.03 horas hasta las 17.18 horas", arranca el texto que sigue diciendo que "el partido no se reanudó hasta que no se personó una patrulla de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, debido a la falta de seguridad percibida por el equipo arbitral". Prosigue: "Tras que un aficionado identificado como aficionado del Hispano (debido a su indumentaria) arrancó parte de la valla que delimita el campo y la lanzó a la zona donde se encontraba el AA1 -el asistente-". Finaliza así: "Posteriormente hizo amago de entrar al terreno de juego a recriminar acciones a este en una actitud violenta".

A la espera de que se determine la sanción pertinente, la preocupación existe en el club local, debido a que su campo ya está apercibido por otros incidentes. Por otra parte, fuentes de la entidad castrillonense niegan que los hechos sucedieran de la forma que relata el árbitro y recurrirán lo que dicta dicho documento. Para probar que están en lo cierto adjuntarán un vídeo en el que, según afirman, se prueba que los acontecimientos no se desarrollaron de esa forma. El Hispano mantiene que la valla venció debido a su mal estado de conservación y que en ningún momento hubo una actitud violenta. Además, sostiene que hay más incongruencias en el texto, como las horas en las que se produjeron los hechos, que no coinciden "con lo que dice el acta", afirman.