El Real Madrid echa el cierre en Liga a un 2018 en el que no luchó por el título de la pasada edición y ha firmado un mal inicio del presente curso, recibiendo antes de encarar el Mundial de Clubes a un Rayo Vallecano necesitado de una alegría. Todos los focos apuntarán a Isco, pese a que el malagueño probablemente volverá a empezar en el banquillo, tras su incidente verbal del pasado miércoles, cuando se enfrentó a un sector de la hinchada blanca.

Santiago Solari, que apenas ha contado con Isco desde su llegada, intentó apagar el fuego: "La he visto de lejos y he oído lo que se dice. Me da la impresión de que protesta un córner o una falta. El foco muchas veces está puesto en lo anecdótico, en cosas que llaman la atención, pero el nuestro está en el partido". Solari también echó balones fuera tras la suplencia de Keylor Navas ante el CSKA: "Keylor tiene todo mi respeto y toda mi admiración como futbolista y como hombre".

Para el partido de hoy, Solari acumula una nueva baja, la del galés Gareth Bale, que ayer no se entrenó por segundo día consecutivo. Pese a todo, el entrenador blanco lanzó un mensaje de optimismo: "Estamos vivos en todas las competiciones, son cuatro y requieren mucha atención y energía. Cómo no vamos a creer en el Real Madrid después de 115 años de historia, trece Champions, tantos trofeos y tantas leyendas. Creo sinceramente que estar instalados en la hipérbole constante es un poco cursi".