Su caso no ha acaparado portadas porque es una atleta y ni siquiera tiene que ver con una gesta deportiva. Isabel Macías, subcampeona de Europa de 1.500 metros en 2013, ha conseguido fuera de la pista un triunfo del que se beneficiarán muchas mujeres y más de un hombre. En resumen, el éxito de Macías fue no conformarse con una situación que era normal hasta el momento: la pérdida de una subvención como deportista de alto nivel (DAN) por ser madre. Su recurso al Consejo Superior de Deportes, atendido, cambiará la jurisprudencia. Porque el CSD, al menos desde la llegada de María José Rienda, ha aceptado que eso suponía una discriminación para las mujeres. La propia Macías lo explica: "Es un paso importante no sólo para las deportistas que son madres, sino para todos porque los que tengan que pasar por una intervención quirúrgica, por ejemplo, también podrán pedir que se congele su condición de DAN hasta que vuelvan". Lo curioso es que el cambio de criterio del CSD llega tarde para Macías, que se quedará sin los 7.500 euros que le correspondían en 2018 por el retraso en la convocatoria de subvenciones. Pero gracias a ella, a la "doctrina Macías", deporte de elite y maternidad ya no serán incompatibles.