El pasado miércoles el Langreo sorprendió anunciando la salida del último mito de la afición azulgrana. "El héroe de Mérida", Pablo Acebal, deja la entidad del Nuevo Ganzábal tras seis temporadas en la entidad y tras ser participe directo de los dos episodios más relevantes del club en la última década: los ascensos de 2014 y el de la pasada temporada. El gijonés se va por la puerta de atrás, sin poder despedirse de su afición pero con la conciencia de haber dado todo por un club al que "estaré siempre agradecido".
Cuando, en el verano de 2013, Pablo Acebal dejó L'Entregu para llegar al Langreo que iba a dirigir Pablo Lago pocos pensaban que iba a arribar al Nuevo Ganzábal el que iba a ser todo un icono de la siempre exigente afición azulgrana. Más de cinco años después, este gijonés de 31 años deja la entidad con más de 150 encuentros a sus espaldas y con más de una veintena de tantos marcados con la zamarra azulgrana, toda una gesta para un "lateralucu o un extremucu derechu", como se califica en ese tono jocoso tan propio del último mito del Langreo. Acebal deja el Langreo un poco "jodido porque me hubiera gustado que fuera de otra forma, pero esto es fútbol y seguro que cuando pase el tiempo sólo recordaré mi paso por el Langreo con alegría y sólo acordándome de lo bueno, que fue mucho".
Pese a que el pasado curso, tras regresar a "casa" en el mercado invernal procedente del Lealtad, fue un fijo para Hernán Pérez y partícipe del segundo ascenso a Segunda B, esta temporada el panorama cambió. Una lesión en el verano le mermó en pretemporada y luego apenas ha entrado en los planes del entrenador ovetense. Tanto es así que sólo ha participado en dos encuentros. Esta situación hacía presagiar que su marcha del Langreo iba a ser un hecho como se confirmó el pasado miércoles. "Estaba claro que algo me podría imaginar pero hubiera deseado otras formas. Es lo que hay. Esto es fútbol y no queda más que aceptarlo y pensar en nuevos retos", explica un Acebal que está a la espera de ofertas porque, avanza, quiere "seguir jugando. Voy a tomarme unos días para meditar, sopesar propuestas y luego tomaré una decisión", confirma.
Acebal se va de un Langreo al que "siempre recordaré y donde dejo amigos, y lo hago agradecido a la afición y a todos". Y avissa: "Mañana estaré en la grada apoyando al equipo ante el Amorebieta".
