El Liberbank Gijón no estuvo ayer acertado en defensa y mucho menos en ataque y eso ante un rival como el Rocasa es letal. Las canarias mostraron por qué son líderes y fueron muy superiores a las gijonesas que cometieron numerosos errores en ataque y además se toparon con los postes, en especial Soria Lópes, habitualmente un seguro de gol pero que ayer no tuvo su noche.

Él Rocasa salió fuerte desde el primer segundo y con una fuerte defensa y acierto en ataque lo que provocó un parcial de 0-3 que obligó al técnico gijonés a pedir tiempo muerto cuando apenas se llevaban jugado tres minutos.

Un tiempo muerto que sirvió para la reacción local que logró empatar a seis, tres minutos después, a los que siguieron varios minutos de igualdad pero el Rocasa con una defensa más ajustada y una mayor velocidad en sus acciones recuperó la ventaja.

Las gijonesas no estaban mostrando su mejor cualidad que es la defensa a la que las canarias superaban en uno contra uno principalmente por el centro y llegaban con claridad a lanzar desde posiciones cercanas.

Lisandra Lusson resultó una auténtica pesadilla para las locales que no encontraron la manera de frenarla y se fue al descanso con 6 goles la mayoría logrados con penetraciones y potentes y cercanos lanzamientos.

El Rocasa se fue al descanso con la mayor ventaja hasta el momento, cinco goles 12-17, y la sensación de tener controlado el partido ante un Liberbank Gijón sin acierto ofensivo y acusando que jugadoras como Caño o Marizza estaban tocadas.

En el inicio de la segunda parte el Rocasa la ventaja aumentó a los siete goles, 13-20, lo que aclaraba mucho el desenlace del partido. La salida de Raquel Álvarez en la portería del Liberbank Gijón se notó ya que la gijonesa detuvo varios lanzamientos consecutivos. Pero el Rocasa mantuvo su nivel e juego y con acciones de Mbengue y Haridian lo que dejaba el partido prácticamente sentenciado que al final registró la mayor diferencia, nueve goles, 22-31, de todo el partido.