Un favorito en todas las quinielas, Moha Bakkali (Universidad), e Isabel Barreiro (Atletico Gijonés-Fumeru), una joven atleta con indudable clase y carácter, pero que a priori no optaba al triunfo final, vencieron en la 49ª "San Silvestre" de Gijón. Bakkali, que aspiraba a un doblete Gijón-Oviedo, tuvo que "conformarse" con renovar su triunfo de 2017 junto a la playa de San Lorenzo. Moha ya había ganado el sábado en su "casa", en Pola de Siero, y trató de hacerlo en Gijón y en Oviedo en un estrecho margen de apenas hora y cuarto. Pero no pudo repetir la gestaque sí logró en 2006 su actual entrenador, Marcos Peón.

Otra cima, la del Teide, había divisado Isa Barreiro, que regresó tras una concentración con la selección española junior en Tenerife. Barreiro despertó el día de fin de año como si se tratara del volcán canario, abrasando con su erupción a Bea Álvarez y a su compañera de entrenamientos, Paula González. Pupila ahora de Carlos Rionda y antes de Mario Villa, Barreiro tiene dos camisetas en su mochila: la de su club de toda la vida, el AtléticoGijonés Fumeru, y la del Gijón Atletismo cuando de competiciones de mayor fuste se trata. Sabedora de su buen estado de forma, Isa aguantaba el fuerte ritmo de Bea Alvarez desde el inicio, mientras Paula Gonzalez transitaba a 15 metros del dúo cabecero al primer paso por el Náutico. Tras ellas, Claudia Junquera (Gijón) y Susana Celorio (Bathco), la una más competitiva en distancias más cortas; la otra, la más veterana, más cómoda en distancias largas. Todo parecía que se iba decidir en el tramo final . Y así sucedió.

Un sprint largo de medio kilómetro de Barreiro doblegaba la resistencia de la medallista en pista cubierta en 3000 metros Bea Alvarez, que no se siente cómoda cuando no cabalga en solitario. Y de este modo, Isa Barreiro, con un crono de 19:40, lograba un triunfo para la historia que puede abrir la puerta a muchos más dada su juventud. Bea Alvarez, vencedora la edición pasada, y Paula González completaban el podio en categoría femenina. A cinco segundos, la corredora del Universidad y 27 la del Gijón. La cuarta, Celorio, se iba más allá de los 21 minutos.

En la prueba masculina, la táctica de Moha parecía la más sensata: no hacer alardes, desgastarse lo menos posible. Raúl Alvarez Bengoa (Oriente), atleta de esos que no saben sino correr dando la cara, efectuaba el mayor gasto y ponía en dificultades al de Tánger, mientras otro atleta como Martín Acebes mostraba su capacidad en pruebas rápidas.Tras ellos, veteranos como Julio César Álvarez o el preparador de Bakkali y récordman de la prueba, Marcos Peón, cedían el ritmo ante la explosividad de la carrera. El segundo paso por el Náutico era el momento elegido por Bakkali, que controlaba los movimientos de Bengoa, para lanzarsu ataque definitivo en el tramo final. Y así fue. Moha, que no había hecho alardes, los mostraba al final de la prueba y los llevaba a efecto cuando saltaba la cinta de meta, salvando metafóricamente el primer obstáculo. El sueño del doblete estaba aún vivo. Bakkali paraba el reloj en 18:11, cinco segundos después entraba Bengoa y 16 más tarde el joven corredor del Universidad Martín Acebes.

El ambiente era otra vez la señal distintiva de Gijón, la más atlética de Asturias. Corredores disfrazados y ataviados con camisetas de todo tipo, entre ellas las oficial de la prueba, constituían una "mareona" multicolor que tomaba las calles de Gijón. El numero de atletas en meta en la categoría absoluta, sobre una distancia de 6.000 metros, era nada menos que de 4.285; 427 en la sub-16 y sub-14; 261 en la sub-12; 281 en la sub-10; 293 en las minis y tres en las especiales. Números de récord.

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- San Silvestre Gijón