El Liberbank Oviedo Baloncesto afronta el domingo, frente al Iberojet Palma (Pumarín, 18.30 horas) el penúltimo partido de la primera vuelta con el objetivo de asentarse en los puestos de privilegio de la LEB Oro. El tramo inicial de la temporada ha mostrado un equipo competitivo, en la línea ascendente del club en los últimos años. De esos éxitos también participan empresas colaboradoras, como la Confitería Rialto, que ayer ofreció a la plantilla una merienda con su típico Roscón de Reyes, una novedad para algunos jugadores.

"No conocía esta tradición. He jugado en Grecia, donde existen costumbres parecidas, pero no como este dulce", explicó el finlandés Matti Nuutinen, encantado con la experiencia, al igual que su compatriota Roope Ahonen: "El año pasado estuve en Orense, donde hicimos algo semejante. Normalmente no consumo demasiados dulces, pero éste me ha gustado mucho".

Nuutinen, Ahonen y sus compañeros -toda la plantilla, excepto el lesionado Fran Cárdenas-, atendieron a las explicaciones de Francisco Gayoso, gerente de Rialto, muy satisfecho de una colaboración con el Baloncesto Oviedo que cumple cinco años: "Nos pareció interesante ayudar a un club que quizá no tenía tantos apoyos como otros de la ciudad". Gayoso prefiere que su vinculación se visualice en actos como el de ayer, "algo tan ovetense como ir de merienda", o en las bolsas de moscovitas que entregan a los jugadores de los equipos que visitan Pumarín.

"No tenemos ni una valla de publicidad en el pabellón", recalca Gayoso, especialmente interesado en apoyar el deporte escolar, o en la organización de jornadas urbanas con críos. Ayer, en su local de la calle San Francisco, dio cifras sobre "el dulce más vendido del año", que encantó a los jugadores: "En 48 horas, nuestros maestro confiteros elaborarán entre tres mil y cuatro mil roscones".