La Sociedad Deportiva Lenense entró el pasado miércoles en un proceso electoral a la presidencia clave en la historia de la entidad de La Pola. Miguel Marcos ha sido el regidor de los verdiblancos los diez últimos años y ahora vive en un mar de dudas porque "no quiero dejar al Lenense huérfano, pero el club necesita gente comprometida que trabaje por el futuro de la entidad".
Cuando hace una década la directiva que lidera Marcos se hizo cargo del Lenense lo hizo de una entidad que sólo contaba con un equipo en Segunda Regional y con una deuda de más de treinta mil euros. Ahora "el Lenense tiene catorce equipos con 180 niños y la deuda estará saldada en cuatro años", señala Marcos, que confiesa que "estoy cansado porque son muchas horas de dedicación y apenas somos tres directivos y así no podemos continuar". El lenense remarca que "no se qué hacer pues por un lado me apetece dejarlo, pero por otro me da miedo que nadie se haga cargo de la entidad y han sido diez años de mucho trabajo como para irse al traste. Lo que está claro es que el Lenense necesita gente comprometida porque lo más importante es la gran labor social que se hace con el fútbol base y no se pude dejar caer".
