Los motores se encienden hoy en Lima (Perú). El Dakar 2019, el segundo acontecimiento más laureado del mundo del motor, sólo superado por la Fórmula 1, arranca en medio de una gran expectación. Diez etapas, más de 5.000 kilómetros y un sinfín de dificultades en las dunas del desierto de la costa del Pacífico, en un ejercicio que año tras año se convierte casi en pura supervivencia. 555 participantes -en motos, quads, coches y camiones- lucharán por la gloria y, entre ellos, atento a todo lo que ve, cumpliendo el sueño de su vida, se encuentra un asturiano, el primer varón nacido en el Principado que participa en un Dakar (Covadonga Fernández, asturiana afincada en Venezuela, lo corrió en un quad en 2016). "Este mundo impresiona; absolutamente todo. Me veo muy pequeño aquí. Es un sueño hecho realidad y estoy deseando comenzar la prueba", asegura el moscón Javier Álvarez desde Lima a LA NUEVA ESPAÑA. Álvarez, de 40 años y trabajador en una empresa de protección contra incendios, correrá el Dakar subido a una KTM 450 Rally Replica.

El moscón, tras un largo viaje y varios trámites administrativos, está deseando subirse a la moto después de un largo año para conseguir estar en la línea de salida en Perú. "Hoy empieza lo de verdad, la etapa de Lima a Pisco, que son unos 300 kilómetros. Hasta ahora, lo que llevamos aquí, todo ha consistido en trámites y protocolo, y a los pilotos lo que nos gusta es correr. La etapa que empieza hoy es relativamente asequible, mañana es el primer tramo serio (Pisco-San Juan de Marcona)". Para Álvarez, que lleva toda una vida subido a una moto, el simple hecho de estar en la 41º edición del Dakar es un triunfo. El moscón, cabeza fría, tiene el reto de poder acabar la dura prueba y tiene claro que no forzará más de lo debido. "Si me viene el cansancio pararé. Soy una persona humilde y así vine al Dakar. A la vez estoy motivado y confiado, con muchas ganas de comenzar. Tengo los pies en el suelo, porque sé que estoy en una de las pruebas más exigentes del mundo y es muy difícil y complicado lograr los retos. No tengo mayor pretensión que vivir el día a día mientras voy pasando etapas de la prueba", finaliza. Hoy, por fin, ha llegado el primer gran día de Álvarez, único representante asturiano en el mítico rally Dakar.