Dominó en todo momento la posesión de balón y puso mayor ímpetu para buscar la portería rival. Lo único que no controló el Ceares en el encuentro que acabó ganándole (2-1) al Avilés fue el marcador hasta el último suspiro. Con anterioridad, el equipo gijonés regaló un gol al Avilés, a los diez minutos, tras una falta de entendimiento entre Orviz y el meta Nacho, lo cual aprovechó Pedro para marcar a puerta vacía. A partir de ahí llevó el peso total del partido y acabó haciendo justicia a lo visto sobre el Suárez Puerta, en donde el Avilés amplió su mala racha de resultados consumando su cuarta derrota seguida (1-2), quedándose a tres puntos del descenso.

El Ceares se hizo con la posesión del balón, siendo el Avilés más vertical en sus acciones con un dibujado 4-1-4-1. En las filas de Castañón se resolvió la duda sobre el sustituto del lesionado Borja Piquero. Slavi fue el elegido, y el meta búlgaro estuvo titubeante y poco seguro en sus actuaciones. En un saque de esquina, Orviz remató ante la salida indecisa del meta, pero Barra sacó bajo palos. El propio Orviz fue protagonista negativo para los suyos segundos después, tras ceder erróneamente un balón de cabeza a Nacho que se quedó a medio camino y que Pedro aprovechó para irse del meta con un toque sutil y marcar a puerta vacía. Un regalo que, por estas épocas, no fue desaprovechado por el Real Avilés para abrir el marcador.

Y pudo ser mayor la renta en un rechace que acabó en los pies de Pedro, pero el delantero alargó demasiado el control dejando escapar una opción clara de peligro. El Avilés contenía al Ceares, que sumaba muchos efectivos en campo rival, en muchas ocasiones con los diez jugadores de campo en terreno avilesino, que no se tradujo en ocasiones. Slavi, esta vez sí, respondió para atajar un intento de Wilmer. El Ceares volcaba todo el juego hacia la meta local, pero sin cumplir su principal objetivo: el gol.

En la reanudación, Wilmer veía cómo se le anulaba un tanto de cabeza (minuto 55) por fuera de juego, pero el delantero cearista volvió a tener una nueva ocasión cuatro minutos después. Esta vez sí marcó tras centro de Juan Menéndez. La banda izquierda fue un quebradero de cabeza para los locales con sus constantes internadas. El Avilés tuvo un respiro a la avalancha cearista con la salida de Polo, que puso en alerta a la zaga cearista. Incluso el delantero se quejó de un penalti por medio de Nacho. A pesar de ello, el equipo de Nacho Cabo continuó su dominio y un pase en largo de Josín a la espalda de los defensas, encontró a Pelayo Muñiz que controló y salvó la salida de Slavi para hacer el justo 1-2 final.