Le ha tocado vivir la cara amarga del fútbol. Y por partida triple. Primero en el Sporting, posteriormente en el Cudillero y, ahora, el guardameta asturiano Chechu Grana vive una situación agridulce en las filas del Reus, envuelto en un futuro cargado de incógnitas e impagos. "Vivimos con mucha incertidumbre, cada día la situación es distinta, pero hay que disfrutar de esto lo que dure y estar listo para competir si me toca", aseguraba ayer desde Reus el portero.

El gijonés, que pasó toda su infancia en Avilés, lleva cuatro meses sin cobrar, pero se le ha abierto la posibilidad de estar en el equipo de Segunda División debido a las numerosas bajas que ha tenido el conjunto catalán. Es uno de los jugadores que ha ascendido de su equipo filial, al que llegó en enero de 2018. Un año después, su vida deportiva gira alrededor de una gran incertidumbre.

Al margen del aspecto económico, lo cual le supone un contratiempo que "se me hace más ameno al vivir con mi pareja", el asturiano rescata los aspectos positivos de la oportunidad que se le ha abierto en un equipo de Segunda División, con el cual vive su primera experiencia en esta categoría tras militar en las categorías inferiores del Sporting, Cudillero, L'Entregu, Caudal, Formentera y Reus B. "Personalmente es una oportunidad grande y buena, cada uno mira por su interés propio, ojalá me llegue la oportunidad de poder jugar con el primer equipo y pueda aprovecharla", comenta. De momento, Chechu Grana fue citado por el técnico Xabi Bartolo para estar como guardameta suplente durante el encuentro del pasado domingo ante el Málaga, y donde el Reus dio la sorpresa al ganar 0-3.

El equipo catalán se encuentra en la actualidad con 12 fichas de la primera plantilla, mientras que el resto pertenece a jugadores del filial, como Chechu Grana, por lo que percibe que en la delicada situación en la que se encuentran "no tenemos presión deportiva". A partir de ahí, analiza la situación que se respira en el vestuario, en la que "cada uno se está buscando la vida por otro lado por si al final no nos dejan competir, esto sigue y tenemos que buscarnos el pan".

El asturiano estudia, mientras sueña con debutar en la Segunda División, opciones en el mercado de cara a encontrar una salida que le beneficie a nivel deportivo para proseguir su carrera. "Ojalá que todo se arregle, aunque tiene mala pinta, a pesar de todo estoy contento y a gusto, es una oportunidad para meterse en el fútbol profesional", sentencia Chechu Grana. Por ello, su sentimiento es muy claro y considera que es el momento de "apretar los dientes y competir al máximo que podamos, nadie quiere hacerlo mal en un campo de fútbol".

El portero asturiano sigue entrenando día tras día, mostrando su profesionalidad a pesar de los contratiempos que golpean con asiduidad la atmósfera del Reus, en el que le ha llegado la oportunidad de la forma más inverosímil, y es que para Chechu Grana no hay mal que por bien no venga y el equipo catalán se ha convertido en su particular escaparate para tratar de hacerse un hueco en el fútbol profesional.