Toña Is es una de las grandes protagonistas en el camino que se están labrando las mujeres en el fútbol, un mundo en el que tradicionalmente se les ha dejado poco espacio y en el que a base de esfuerzo y tesón se están haciendo con el lugar que les corresponde. La ovetense (Oviedo, 1966) logró su mayor éxito el pasado 1 de diciembre al llevar a la selección española sub-17 que dirigía a ganar el Campeonato del Mundo en Uruguay. Nunca antes España había ganado un Mundial de mujeres y sólo en otras dos ocasiones lo había hecho con los hombres: en el sub-20 de Nigeria, en 1999, y en el absoluto de Sudáfrica, en 2010.

Una gloria que no le ha llegado por casualidad a la asturiana. Su trayectoria es la de una apasionada del fútbol, una pionera que no ha permitido que su sexo la alejara del deporte que ama. Lo fue como futbolista, ingresando en 1980 en el México de La Corredoria, germen del que más tarde nacería el Oviedo Moderno, actualmente Real Oviedo Femenino. Su talento la llevó a jugar en la selección española absoluta, con la que disputó treinta y cuatro partidos y con la que fue tercera en el Campeonato de Europa de 1997.

Una vez que colgó las botas, empezó a formarse como entrenadora, primero en las categorías inferiores del Oviedo Moderno y después en el club La Corredoria. Fue en el verano de 2015 cuando su trabajo tuvo como premio la llamada de la Federación Española de Fútbol, que la eligió para ser la ayudante de Pedro López en la selección sub-17. Ese mismo verano se proclamó campeona de Europa con un equipo en el que también estaba la asturiana Lucía García, ahora en las filas de la selección absoluta.

No tardó mucho Toña Is en dar otro paso adelante. En septiembre de ese mismo 2015 la salida del seleccionador nacional absoluto, Ignacio Quereda, produjo una serie de cambios que acabaron con la designación de la asturiana como máxima responsable del equipo sub-17. Toña Is se convertía así en la primera mujer en ponerse al frente de un equipo nacional. Una vía que abrió ella y que seguro muchas otras seguirán en los próximos años.

Rota esa barrera, Toña Is comenzó a coleccionar medallas con unas generaciones que auguran un gran futuro para el fútbol español. En el primer año al frente de la sub-17, la ovetense se colgó la medalla de plata en el Europeo y el bronce en el Mundial. Los años siguientes siguieron cayendo medallas: en 2017 de nuevo una plata en el Europeo y en 2018 la asturiana, por fin, consiguió el ansiado título continental tras ganar (0-2) en la final a Alemania, el país que las había dejado sin el oro en las dos ocasiones anteriores. Ese mismo año, la ovetense estuvo como ayudante de Pedro López en el Mundial sub-20, en el que España acabó segunda tras perder en la final por 1-3 ante Japón.

Tras el éxito del pasado mes de diciembre en el Mundial de Uruguay, la ovetense se marca ahora nuevos retos. Toña Is reconocía en una entrevista a este periódico que una de sus aspiraciones es dirigir alguna vez a la selección absoluta femenina y que no dudaría en entrenar a un equipo de hombres si lo considerara interesante. No hay reto que no esté a su alcance ni barrera que la frene.