El Oviedo Femenino puso una pica ayer en Mareo y conquistó con justicia el derbi femenino disputado ante el Sporting (0-2). Las rojiblancas dieron la sensación de ser un equipo mucho más hecho que en el encuentro de ida en El Requexón (5-2), demostrando personalidad y ambición ante el segundo de la categoría, el Oviedo, que le saca 15 puntos a la gijonesas. El Sporting demostró ser un equipo a tener en cuenta, pero en el cómputo global no fue rival para las azules de Pedro Arboleya, un peldaño por encima de las de Riki Alonso. Fue un encuentro con tensión, la típica de un derbi regional, disputado en hierba artificial en una mañana fría y lluviosa ante unos 100 espectadores.

El susto lo dio la central rojiblanca Eider en la segunda parte, lesionada de la rodilla y pendiente de pruebas. Antes de esa fatalidad el Sporting saltó al campo con ambición, a darle un susto a un Oviedo un poco dormido en los primeros instantes. Sin embargo la siesta azul duró sólo seis minutos, lo que tardó Carol en poner por delante al Oviedo en un zurdazo tras un córner que no acertó a atajar Sheila. Duro mazazo para el Sporting, que aún así tuvo una clara oportunidad para empatar en las botas de Irene, pichichi de Segunda y la jugadora más peligrosa de las rojiblanca, que estrelló un balón en el larguero.

El Oviedo jugaba como a medio gas. Pareciese incluso que aceleraba cuando Cienfu ponía una marcha más. Sin grandes ocasiones se llegó al descanso con ventaja azul. En la segunda mitad el Oviedo fue aún más superior, con oportunidades para aumentar la distancia y una Cienfu hiperactiva. La de la Felguera puso la sentencia con un trallazo de larga distancia. El Oviedo, que recibió algún susto al final, se dedicó a dormir el partido mientras desde los banquillos se vivió algún conato de bronca. Al final, las piquillas normales en un derbi que se volvió a llevar el Oviedo.