Cumplía 450 partidos oficiales y demostró, una vez más, que si su cuerpo se lo permite, derrocha calidad para seguir sumando partidos a su imponente trayectoria. Saúl Blanco firmó el guión soñado para celebrar un duelo tan especial en lo personal y tan importante a nivel colectivo. No defraudó, se echó el equipo a las espaldas y firmó una tarjeta de 27 puntos y 8 rebotes (36 de valoración) para conducir al Teslacard Círculo Gijón hacia el triunfo frente a Plasencia. La victoria, por 75-72, vale su peso en oro de cara a la permanencia ante un rival que luchará por su mismo objetivo.

Ya durante la presentación, el alero ovetense se llevó una merecida ovación, pero no se conformó con eso y tiró del equipo desde el inicio, con un comienzo arrollador apoyado en tres triples y que encontró la asociación en el poste bajo con Yengue. El primer cuarto se encaminaba hacia la igualdad, hasta que Plasencia comenzó a tener un gran acierto desde el triple, con Gallardo como gran protagonista, marchándose los extremeños hasta el 13-21, que quedó reducido con la entrada de Kimbrough, que logró cinco puntos consecutivos y una nueva canasta de Saúl Blanco para poner el 20-21.

El duelo fue un tira y afloja, en el que ninguno de los dos era capaz de tomar una amplia renta. Las pérdidas del Teslacard frenaron su anotación hasta que apareció Prinsloo. El sudafricano firmó un partido muy completo, sin errores en su juego. Anotó, reboteó y taponó cuando los gijoneses atravesaron un bache en la dirección de su juego. Pero en la zona, Swift y Osayande, con 3 y 4 tapones, respectivamente, marcaban territorio para irse al descanso con 38-36.

En la reanudación, cuando Plasencia amenazaba con romper el duelo, apareció un Saúl Blanco omnipresente, que marca la diferencia con su presencia. Mayot hacía daño, pero nadie se escapaba. Con 57-54 se entró en un último cuarto en el que el Teslacard firmaba un inicio esperanzador, lanzándose hasta los 15 puntos de renta (71-56) con un excelso Saúl Blanco y un gran Prinsloo. A ello se sumó la intensidad defensiva de Yengue y el resto del equipo, primordial para incomodar los lanzamientos extremeños. Pero cuando todo parecía encaminado, el partido se torció hasta el 73-72. A 9 segundos del final, dos tiros libres de Saúl Blanco cerraron un partido para la historia del ovetense y un triunfo de calado para el equipo de Galán.

Galán se rinde al capitán

"Tenemos la fortuna de contar con un jugador como Saúl Blanco, que hoy (por ayer) hizo una exhibición y se echó el equipo al hombro", señaló al inicio de su comparecencia el técnico Nacho Galán. El entrenador gijonés destacó que "la defensa nos llevó a la victoria" y se mostró "muy contento" por la victoria, además de resaltar que "la comunión entre la afición y el equipo".