Cumplía 450 partidos oficiales y demostró, una vez más, que si su cuerpo se lo permite, derrocha calidad para seguir sumando partidos a su imponente trayectoria. Saúl Blanco firmó el guión soñado para celebrar un duelo tan especial en lo personal y tan importante a nivel colectivo. No defraudó, se echó el equipo a las espaldas y firmó una tarjeta de 27 puntos y 8 rebotes (36 de valoración) para conducir al Teslacard Círculo Gijón hacia el triunfo frente a Plasencia. La victoria, por 75-72, vale su peso en oro de cara a la permanencia.