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El artículo 90 traerá cola

Solari aplaude antes de la entrada de Isco en el partido de Copa frente al Leganés. RODRIGO JIMÉNEZ / EFE

La nueva ley del Deporte ha encallado, como se podía suponer, con el artículo (el 90) que prohíbe las subvenciones a las federaciones a cambio de la cesión de los derechos de transmisión de sus competiciones en diversos dispositivos audiovisuales. Aun reconociendo las bondades de esta iniciativa de la Liga de Fútbol Profesional, no le falta razón al ministro de Educación y Deporte, José Guirao, cuando advierte del riesgo de que el organismo presidido por Javier Tebas se convierta en un monopolio. A las federaciones pequeñas, con un presupuesto muy bajo, les vienen bien estas migajas. Pero la de baloncesto tiene el potencial suficiente para no venderse por un plato de lentejas. Y con evidentes perjuicios, entre otros, para los seguidores de los equipos de LEB Oro. Así, por ejemplo, los aficionados del Oviedo Baloncesto han pasado de ver todos los partidos de su equipo a través de la página web de la Federación Española (FEB), a mirar jornada a jornada si la plataforma de la LFP, LaLiga4Sports, tiene a bien incluir su partido entre los tres elegidos. Y, por supuesto, todo ello tras descargar su aplicación sólo para móviles y tabletas. Como era de suponer, Tebas se ha revuelto acusando de connivencia al ministro con el presidente de la FEF, Luis Rubiales, y con el "Real Madrid" así, en genérico. Pero la nueva ley tiene tantos aspectos positivos, después de casi tres décadas de inmovilismo, que sería una pena que encallara por el famoso artículo 90.El Terrassa marca el camino

La respuesta del Terrassa a los insultos de los veteranos del club a las integrantes del equipo femenino es un ejemplo de lo que hay que hacer en estos casos. Tras escuchar a las dos partes y leer el acta del árbitro, la directiva del club catalán no tenía más salida razonable que la expulsión de unos individuos que todavía no saben ni en qué siglo viven. Los insultos a las mujeres por el simple hecho de practicar deporte son el reflejo de una época que tenemos que ir cerrando entre todos. Los que tendrían que quedarse en la cocina o ir a fregar son esos personajes que, seguramente, se criaron en un ambiente que enarbolaba aquel lema rancio de que "el fútbol es cosa de hombres". Seguirá siendo así para ellos, pero ya lejos de las compañeras del Terrassa, que tienen tanto derecho como los hombres a unas instalaciones que creían suyas. Porque el fútbol y el deporte también es de ellas.

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