No fue el Langreo de otras ocasiones jugando fuera de su campo el que se vio ayer en Anduva. Fue un equipo ultradefensivo, con David González como única isla y referencia en el ataque, y al final esta situación se vio castigada a un cuarto de hora del final. El equipo trató de buscar su fortuna a partir de dejar el cero en su puerta y buscar alguna contra aislada, pero apenas un testarazo de Álvaro Cuello que sacó el meta local con acierto se puede contar como oportunidad real. Castigo para el Langreo que no ofreció la imagen valiente de otras tardes.
Pronto se hizo con el control el equipo local ante un rival muy ordenado en defensa. Llovía con fuerza sobre el campo del Mirandés y el Langreo apenas disfrutaba de la posesión. En el área de Adrián Torre se cró peligro con sendos disparos de Paris, que se marchaba alto, y de Kijera, desde el vértice del área, que detuvo, muy seguro, el cancerbero del Langreo. Los astures oscilaban entre el 4-5-1 y el 5-4-1, asegurando de entrada el trabajo en la zaga a la espera de mejores tiempos para el contragolpe.
Álvaro Cuello tuvo una opción en una de las escasas llegadas de los de Hernán Pérez, pero el intento del zaguero acababa en las manos del meta local. Jorge García evitaría el uno a cero en el minuto 36 cuando Matheus ya había burlado con un toque de puntera la salida de Adrián Torre.
Arrancaba el segundo periodo con el Langreo ofreciendo un poco más de valentía en su juego. Riki se mostraba y tocaba con técnica, de los mejores del equipo y pudo hacer el cero a uno en un centro de Dani Abalo que remató Álvaro Cuello, picado y a bocajarro, para la gran intervención del local Limones.
Pero poco a poco, de nuevo el Mirandés se iba haciendo con el control en el centro del campo, asediando a un Langreo que se replegaba bien. Así, al paso por el cuartode hora, nuevo paradón de Adrián Torre para sacar un remate a bocajarro de Rodrigo después de un pase de la muerte de Paris. La fuerte presión de los de Borja Jiménez, hacía que las posesiones de balón del Langreo fueran muy fugaces. Lo intentaban los locales de todos los colores, como una aproximación de Guridi algo trompicado parando Adrián Torre, o una percusión de Paris con rebote en un zaguero que se iba al lateral de la red visitante.
Hasta que al final, después de hora y cuarto de trabajo defensivo llegó el inexorable gol del Mirandés. Hugo Rama disparaba desde lejos, paradón de Adrián Torre pero sin blocar el esférico, y Jon Guridi empujaba con la testa un esférico que entró llorando en las redes.
Incluso pudo llegar el segundo cuando Claudio Medina rebasaba a Adrián Torre en su salida, y cuando su chut ya se colaba fue Samba quien salvó bajo los palos el dos a cero. Al final, acercamientos a toda prisa del Langreo tratando de solucionar en segundos lo que no se hizo en hora y media. Derrota justa.
