Cuando los aficionados del Tuilla vieron la hoja de alineaciones en el duelo ante L'Entregu, muchos se echaron las manos a la cabeza. Expresiones de asombro se escucharon en El Candín. "¿Cómo va a jugar Naredo de delantero?". La única persona que lo tenía claro desde el inicio de la semana era el entrenador, Julio Llanos. Pablo Peláez Naredo (Oviedo, 1991), que habitualmente juega como defensa, fue la referencia ofensiva de los dinamiteros. Y funcionó. El jugador, que fue internacional en categorías inferiores, anotó los dos tantos de la victoria para ganar el derbi comarcal al cuadro entreguín.

La marcha de Isma Fagir al Vetusta en el último día del mercado invernal dejó un hueco difícil de cubrir en la delantera arlequinada. El técnico le ofreció la posibilidad a Naredo. "Somos bastantes defensas y tenemos más rotación; fue un riesgo y salió bien", destaca. El futbolista, que a lo largo de su carrera ha actuado como interior, lateral y central, lo tenía claro. "No tenía referencia de cómo era jugar de nueve, no sabía si lo iba a hacer bien o mal, lo único que le dije a Julio era que iba a intentar ayudar al equipo", apunta.

Lo que sí percibió Pablo Naredo fueron muchas diferencias respecto a sus posiciones habituales. "No tiene nada que ver", comenta. "Cuando juegas atrás, estás más pendiente de guardar una pizca de energía para una carrera o un momento clave, como delantero, te toca desfondarte desde el principio. Sabes que te van a terminar sustituyendo", destaca.

También cambia la forma de jugar. "Un defensa siempre tiene el campo de ataque de cara, el delantero tiene que girarse y decidir en décimas de segundo dónde va a poner el balón", reconoce.

La afición del Tuilla no fue la única sorprendida por este cambio de posición. También los defensa de L'Entregu. "Me decían que qué hacía ahí arriba, estaban extrañados", comenta entre risas Pablo Naredo. Por su cabeza, un pensamiento. "Hacer la presión para impedirles sacar el balón de una manera cómoda", reconoce. Todo cambió en el minuto dos de partido. Naredo recogió un balón en la frontal y batió a Alberto. "Me quité toda la presión de golpe; lo que se me pedía, ya lo hice", pensó. Luego llegó el segundo. Naredo estuvo en el sitio adecuado para aprovechar un pase de la muerte. "Es de los que le gustan a los delanteros, pero como soy defensa, prefiero el primer gol", bromea.

El triunfo dinamitero en el duelo comarcal sirve para redondear un inicio de 2019 mágico para los arlequinados, que, invictos en el nuevo año, se colocan a dos puntos del play-off de ascenso a Segunda B. "Todos estamos remando hacia la misma dirección, llevamos una buena racha ante rivales de la zona alta", admite Pablo Naredo.

En la próxima jornada, el Tuilla se enfrenta ante otro de los equipos que pugnan por jugar la promoción, el Llanera. ¿Lo hará con Naredo nuevamente como delantero centro? "Me veo volviendo a la defensa, tanto Hugo como Borja Noval están sancionados y creo que me tocará jugar como central". Palabra de nueve inesperado.