El pasado verano, Chiqui de Paz estaba entre los favoritos para sentarse en el banquillo del Caudal. La directiva del equipo mierense se decantó por Chuchi Collado y el entrenador gijonés tuvo que esperar una oportunidad con la temporada avanzada. Esta opción le llegó en las filas del Gijón Industrial. Mañana, a las 17.00 horas, en Santa Cruz, se mide al que pudo ser su equipo en esta temporada.
"Estoy muy ilusionado, volver al Industrial es volver a casa; estuve tres años en la cantera y tras más de una década fuera, impresiona ver cómo ha cambiado todo", afirma el entrenador. De Paz destaca "la complicación extra que tiene coger un equipo a mitad de temporada", pero reconoce que "las anteriores experiencias han sido positivas".
Respecto al interés del Caudal en verano, asegura que "agua pasada no mueve molino, ahora estamos centrados en el Industrial y en sacar adelante un partido que será muy difícil". Del club mierense reconoce que "tienen un equipazo" y ensalza la labor de los dos entrenadores que ha tenido. "Tanto Chuchi como Tomé son dos grandes técnicos, en el caso de Tomé, su experiencia, con 14 liguillas de ascenso, le avala", apunta.
Sobre el juego del equipo caudalista, Chiqui de Paz reconoce que "tienen una gran pegada y un ritmo muy elevado, entrenan a nivel profesional y eso permite demostrar más velocidad a la hora de mover la pelota y de realizar su juego". El entrenador del equipo gijonés admite que "todos los futbolistas con los que cuenta el Caudal son grandes jugadores, con mucha experiencia, es uno de los claros favoritos a conseguir el ascenso a Segunda División B", aunque respecto a los fichajes realizados por los mierenses, Saam, Luiyi y Abraw, "aún no tenemos mucha información".
