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El "asturiano" que vio nacer al mejor Maradona

Rodolfo Fernández, más del Oviedo pero con una tienda en Buenos Aires llamada "Sporting", presenció los primeros pasos del diez en el fútbol

Diego Armando Maradona con la camiseta de Boca Juniors

La voz de Rodolfo Fernández (La Paternal, Buenos Aires, Argentina, 1937) -ronca y precisa- suena a fútbol desde más de 10.000 kilómetros de distancia. "¿Llaman de Asturias? Entonces lo que ustedes quieran, a su disposición". La llamada es por Whatsapp. En La Paternal, un barrio de clase media de 20.000 habitantes en el noroeste de Buenos Aires, la capital de un país, Argentina, que vive por el fútbol, vuelan las historias del deporte rey por sus estrechas calles. Tiene fácil explicación. Diego Armando Maradona, para muchos el mejor jugador de todos los tiempos, empezó a cambiar el mundo con sus pies en las filas de Argentinos Juniors, "el semillero del Mundo", un club de Buenos Aires fundado en 1904 con el que el Pelusa -también un sinfín de jugadores que acabaron siendo estrellas- se formó desde los nueve años y llegó a debutar en Primera División siendo un imberbe, sólo quince años. Fue una de las etapas más gloriosas -también poco conocidas, apenas quedan documentos- de toda la carrera del ídolo argentino, plasmada recientemente en el documental "Maradona, los años felices", del programa Informe Robinson.

Muchos en La Paternal presenciaron los primeros pasos de Maradona- emocionados, incrédulos- ante un niño de orígenes muy humildes que desafiaba todas las leyes del fútbol. Pero pocos estuvieron tan cerca de ese Maradona - el que en pocos años pasó de niño a referente de una nación- como Rodolfo Fernández: "Si con Argentinos jugó 200 partidos yo vi en directo 195. Si se entrenó 5.000 veces, vi 4.900", dice. Fernández regenta una tienda de ropa deportiva a pocos metros del estadio, "dos cuadras". Se llama Sporting. Y, aunque suene inverosímil, el origen del nombre del negocio se debe al Oviedo. Y es que Fernández, apasionado de Argentinos, "es mi vida, el club al que quiero", es asturiano aunque no haya pisado el Principado ni una sola vez. Lo dice él mismo. "Es algo que se lleva en la sangre. Siempre tendré ese sentimiento cuando me preguntan digo que soy asturiano. Mi sueño siempre fue que me metiesen en un avión y me dejasen en Asturias, ahora creo que nunca podré hacerlo por la edad y por estos problemas que tengo en las cervicales...", explica Fernández, con 82 años, pero en plena forma.

Su padre Ramón Alfredo Fernández, era ovetense, republicano y tuvo que exiliarse en el estallido de la Guerra Civil en 1936. Se subió a un barco con un cura amigo suyo, acabó en Argentina, en La Paternal, donde trabajó -albañil, carnicero y sifonero- y conoció a los pocos meses de llegar a la que sería su mujer, Corina Fernández, de origen italiano. A los pocos meses de llegar a Argentina nació Rodolfo. A su padre no le gustaba hablar demasiado sobre su salida de Asturias, extremadamente dura, pero el sentimiento por la región se lo trasladó a su hijo, que en la actualidad tiene aún varios familiares en Oviedo. "Todavía me queda un terreno y también teníamos un hórreo, en San Claudio. Nunca pedí nada, pero hace años incluso me llamaron de un Ayuntamiento asturiano. Mi papá emigró a la Argentina, pero mis abuelos se quedaron. Nos mandábamos cartas todos los meses, las tengo guardadas. Cuando era niño, íbamos todas las semanas al Centro Asturiano de Buenos Aires y a la iglesia de Covadonga. Comíamos fabada, es mi plato favorito, pero desde que murió mi papá, en 1969, no regresé por el dolor", desvela Fernández, que ha pasado toda su vida en La Paternal.

Trabajó como mozo en los ferrocarriles argentinos, realizó el servicio militar, conoció a su mujer, Rita, y al poco de morir su padre echó a rodar la tienda Sporting, su lema es "el más bicho del deportes". Es un establecimiento con aroma de fútbol, que vende ropa deportiva y tiene todos recuerdos habidos y por haber de Argentinos Juniors. Una especie de museo. "¿Por qué se llama Sporting? Tiene un motivo muy particular. Mi padre era de Oviedo, pero aquí Oviedo es un apellido, entonces pensé en poner el de la otra ciudad, pero en honor a Oviedo. Además coincide que Argentinos viste parecido al Sporting. En Asturias se que son equipos con mucha rivalidad, los sigo desde la distancia, leo los diarios. Creo que soy un poco hincha de ambos, pero tengo que decir que me gusta más el Oviedo, por respeto a mi viejo. Según me informó las cosas no fueron especialmente bien en los últimos años, pero ya estamos en Segunda y pronto volveremos a lo más alto", desarrolla.

"Conozco la historia de Lángara. ¡Le metió cuatro a River en su debut con San Lorenzo!" y también la de Enzo Ferrero, que hizo historia en el Sporting". El asturiano de adopción es íntimo amigo de Maradona. Lo vio crecer. Porque Fernández nunca fue directivo de Argentinos, pero siempre estuvo pegado a la vida del club, clave en muchas decisiones. Recuerda el primer día del Pelusa con Argentinos, con sólo nueve años: "Llovía y la cancha estaba inundada, lo probaron en una loma. El entrenador, Francisco Cornejo (fallecido en 2008, íntimo amigo de Fernández), el descubridor de Maradona, no se creía que tuviese nueve años por las cosas que hacía. Fue a la casa de Maradona, en Villa Fiorito, y la madre de Diego, Doña Tota, le mostró el documento que lo acreditaba". Ahí empezó la relación de Maradona con Argentinos. "Su debut contra Talleres fue mágico. He visto todo. No existirá otro como él, ni Messi. Le he visto hacer cosas indescriptibles. Le tengo un cariño tremendo y ahora paso pena cuando lo veo por televisión. Hace muchos años vino a La Paternal a rodar una película sobre su vida ´Bichos Criollos´, y me pidió que saliese. Me dio un fuerte abrazo y me dijo que no se olvidaba de la gente que le había ayudado cuando no tenía nada. Antes del problema que tuvo con las drogas era el pibe más sumiso que había, por eso me duele esa porquería que le metieron...Siempre fue generoso, dispuesto a ayudar a todo el mundo. En La Paternal ayudó a muchos que no lo merecían", sentencia Fernández, que guarda como oro en paño una foto de Maradona jugando en el Molinón con el F. C. Barcelona. Fernández, que ha visto pasar delante de sus ojos a más futbolistas que Maradona -Riquelme, Pekerman o Redondo entre otros, con los que guarda hoy relación- vive feliz con sus tres hijos -Fabián, Andrea y Laura- y dos nietas -Jessica y Florencia-. Tiene un yerno hijo de Asturianos, Pablo, "por eso lo acepté", y, aunque en realidad pudo ir a Asturias pero no lo hizo por amor, "tuve la posibilidad de muy joven, pero estaba empezando con Rita y sabía que si iba no regresaría", lo ve ahora difícil, pero no renuncia a su sueño. "No lo conozco, pero me lo imagino como el lugar más bonito de todo mundo".

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