Al charlar un rato con Rodrigo Álvarez, apodado como "Pibe", se le nota un deje argentino enmascarado en un acento asturiano remarcado. El delantero del Madalena Morcín, rival de hoy del Avilés, nació en Quilmes hace 29 años. Emigró de Argentina en noviembre de 2001, es decir, un mes antes de las restricciones monetarias impuestas por el presidente Fernando de la Rúa. Lo que se conoció como "el corralito". "Mi papá tuvo buena vista y como teníamos familia en Asturias, decidimos volver", explica.

Ahora, mucho tiempo después, Rodrigo Álvarez está jugando su primera temporada en Tercera División. No le está yendo mal, porque ha metido diez goles, a pesar de que el Madalena Morcín esté penúltimo en la tabla con 16 puntos. "Al empezar el año, era una cifra de goles que me parecía aceptable", comenta el jugador.

El partido contra el Avilés es transcendental para los dos equipos. Los de Juanma Castañón van a jugar su primera final para evitar la caída a Regional Preferente. "La verdad, nunca esperé jugar contra el Avilés y mucho menos hacerlo contra ellos como rival directo. Detrás de Oviedo y Sporting, siempre han estado ellos", analiza el atacante.

Es complicado dilucidar quien se juega más. "Estamos más abajo y jugamos en casa, así que quizás nosotros llegamos con más presión. Pero gane quien gane, ninguno se va a salvar hoy, todavía quedan muchos partidos por jugar", apunta.

El Avilés visitará por primera vez Santa Eulalia. El campo tiene unas dimensiones pequeñas. "Los equipos acostumbrados a jugar en un campo grande lo suelen pasar mal", vaticina "Pibe". El Avilés es de esos, pero pocas excusas le servirían ya a los blanquiazules para escamotear la realidad. Llevan dos puntos de 30 posibles.

A este partido, el Avilés llega con bajas importantes. No juegan Pereira, sancionado, ni Pedro -aunque está convocado- ni Carlos, ni Slavi, los tres lesionados.

Sorprendentemente, en la convocatoria entró Borja Piquero. Llama la atención no solo porque sería extraño ver al cancerbero siendo titular, cuando ha recibido el alta el pasado jueves, tras seis semanas en el dique seco aquejado de una lesión en la rodilla. También porque entra en la lista Illán Flores, el portero del juvenil.

Con esos ingredientes, el Avilés espera cortar su sangría de resultados y tomar aire ante un equipo, el Madalena Morcín, cuya mayor es "Pibe".