El Langreo está cuajando una de las mejores campañas de su historia reciente. En ello tiene que ver el papel que está jugando Ganzábal. Los de Hernán son el cuarto mejor local de la categoría -junto al Mirandés- y han obtenido 26 de sus 38 puntos en su feudo.
En las últimas semanas, Ganzábal se ha convertido en un fortín inexpugnable. El Langreo ha vencido en sus últimos cinco compromisos en su estadio. Tudelano (2-0), Amorebieta (3-0), Oviedo B (1-0), Real Sociedad B (1-0) y Arenas de Getxo (1-0) han sido las víctimas del equipo azulgrana, donde además no han encajado ningún gol.
En la categoría de bronce, el cuadro langreano no conseguía semejante racha de resultados como local desde la temporada 1994-95, cuando en el tramo final de la competición vencieron siete partidos seguidos en Ganzábal. El equipo entrenado por Pepe Carrete se deshizo de Real Madrid C (4-0), Fuenlabrada (1-0), Corralejo (5-1), Las Palmas (1-0), Móstoles (1-0) y Avilés (1-0). Una dinámica de triunfos que permitió al Langreo acabar la competición en la octava posición de la tabla, con 40 puntos (las victorias aún tenían un valor de dos puntos). El Langreo de Hernán tratará de seguir aumentando esta racha como local ante el líder. El Racing de Santander será el próximo equipo que visite el feudo azulgrana.
La fortaleza en Ganzábal ha sido una máxima desde la llegada de Hernán Pérez como técnico al Langreo. Desde que aterrizó en el banquillo azulgrana, en la temporada 2015-16, el entrenador ha vencido en el 69% de los choques que el Unión ha disputado como local. 60 victorias en 87 partidos disputados.
Estas cifras se vuelven más contundentes en la competición liguera, donde con Hernán como técnico, el Langreo ha ganado 52 de los 69 partidos jugados; más de tres cuartas partes. A lo largo de las tres temporadas que el equipo jugó en Tercera, únicamente dos equipos se hicieron con la victoria en Langreo, el Gijón Industrial y el Condal, ambos en la pasada temporada. Esta campaña, únicamente el Mirandés y el filial del Sporting pudieron llevarse un botín de tres puntos en Ganzábal.
