Según reflejaron los árbitros de la final en el acta, el base argentino del Real Madrid Facundo Campazzo se dirigió a ellos diciendo "ladrón" en tres ocasiones, mientras que Felipe Reyes, capitán del equipo, les dijo textualmente "esto es una puta vergüenza, un puto robo". En estas situaciones, los árbitros toman la decisión de retirar las licencias federativas de los jugadores a la espera de que se decida si se le sanciona con alguna multa económica o con uno o varios partidos de suspensión. Según diversas fuentes, como ha ocurrido en otras ocasiones lo más probable es que el castigo sea de carácter económico.