A sus 35 años, Manuel Fernández, más conocido como Manute, decidió hacer un esfuerzo para seguir jugando a fútbol sala. El jugador naviego quería seguir compitiendo en Segunda B y tras recibir la llamada del Santiago de Sama por segunda campaña, no se lo pensó. Pese a tener que recorrer 120 kilómetros de trayecto para cada entrenamiento o cada partido, Manute no dudó y firmó por el Santiago.

El jugador estaba entrando en los planes de Pablo Alfayate, pero la pasada semana, en una disputa de balón en un entrenamiento, sufrió una grave lesión. Se fracturó el peroné de su pierna derecha. "Los médicos me dijeron que, dentro de lo que cabe, fue en una zona buena y no tengo que pasar por quirófano", destaca el jugador. El plazo de recuperación, tres meses y medio o cuatro. Cualquiera podría pensar que la temporada ya se ha acabado para el jugador, menos el propio Manute. "Soy bastante cabezón y ya pienso en acortar plazos", comenta.

A lo largo de su extensa trayectoria en el fútbol sala asturiano, Manute nunca había sufrido una lesión tan grave como esta. El jugador pasó por las filas de La Aldea, el Avilés Hollywood, Amigos de Soto del Barco, Boal y Tapia antes de recalar en el Santiago de Sama, en la presente campaña. Manute cuenta con una sobrada experiencia en la Segunda División B. "Te llaman equipos de la categoría y tú lo que quieres se seguir compitiendo a un alto nivel", destaca.

El hecho de recorrer tantos kilómetros para cada entrenamiento y partido suponía un handicap, pero nada insalvable. "En la última temporada me tocaba trabajar en el turno de noche, era llegar a casa de entrenar, cenar e ir a mi puesto laboral", relata.

Tras conocerse el alcance de su lesión, sus compañeros se volcaron con él. Antes del encuentro ante el Xove, del pasado fin de semana, toda la plantilla y el cuerpo técnico posó con unas camisetas de apoyo al jugador naviego. "Fue un detallazo, Juanjo, el presidente, me envió al teléfono el vídeo de la previa del partido con las camisetas; es algo que hace ilusión", reconoce. Y es que el propio Manute destaca que "soy una persona que suele ser negativo para estas cosas, pero con esta lesión, gracias al apoyo de la gente que está alrededor, soy optimista".

Manute ya piensa en volver a disfrutar del fútbol sala en una categoría como Segunda B. Sus compañeros quieren seguir mostrándole su apoyo y su cariño y se dejarán hasta la última gota de sudor para dedicarle una nueva permanencia del equipo langreano en la categoría de bronce.