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Violeta pega duro

La asturiana residente en Bilbao, que no practicó ningún deporte hasta los 18 años, es campeona de España profesional

Violeta González, a la izquierda, en el combate frente a Davinia Pérez por el título nacional. P. L. AJURIAGUERRA SAIZ

Hasta los 18 años, Violeta González era "totalmente antideportiva". No hacía ejercicio ni en las clases de Educación Física del colegio María Balbín de San Lázaro. "Los niños jugaban al fútbol; para nosotras, hora libre". Todo cambió cuando esta asturiana de 36 años (Oviedo, 10 de junio de 1982) se fue a estudiar a Salamanca. Se encontró con el kick boxing y pasado el tiempo, ya en Bilbao, descubrió que su gran pasión era el boxeo. Ahora es campeona de España del peso gallo y no se pone límites.

"Cuando yo era pequeña se hacía mucho menos deporte que ahora", explica Violeta González desde Bilbao, con la sensación de que aquello le hizo llegar tarde a su pasión. Violeta, nacida en Oviedo y familia en Nembra y Salas, descubrió un mundo nuevo cuando se fue a estudiar Ciencias Ambientales a Salamanca. El deporte pasó a ser importante en su vida, aunque fuera un poco por casualidad: "Fui con una amiga a apuntarme a aeroboxing y acabamos en un gimnasio de kick boxing".

De lo que imaginaba, una mezcla de aerobic y boxeo, pasó a un arte marcial que le enganchó: "Tuve la suerte de encontrarme con un entrenador buenísimo, Manuel García, que lo hacía tan entretenido que te animaba a ir todos los días al gimnasio". Para Violeta también fue importante la peculiaridad del kick boxing: "Es muy intenso, por cada patada, cada puñetazo, pero con esfuerzos muy breves. Son diez minutos agotadores y después puedes descansar".

Por eso no importó su escasa base física: "Tengo una capacidad innata para el deporte porque soy fuerte. Además, desde los 20 años he hecho mucha bicicleta". Para VioletaGonzález el deporte fue sólo entrenamiento y diversión hasta que, en 2010, se fue a vivir a Bilbao y empezó a frecuentar un gimnasio que cambió su vida. Saltó del kick boxing al boxeo, al principio también como diversión, hasta que la insistencia de sus compañeros le animó a competir.

"Me quedé en el País Vasco por el boxeo", explica González, para lo que también volvió a ser decisivo un entrenador: "Me hablaron de Josu Lopategui y llevo ocho años con él. Es un gran entrenador, implicado al cien por ciento con los deportistas". Participó en los campeonatos de Vizcaya, "por probar", y tras los títulos provincial y nacional llegó el pase a profesional. Con un balance de seis victorias y una derrota, el 2 de febrero disputó el título nacional gallo. Ganó a la canaria Davinia Pérez por KO técnico.

"Le pesa mucho la mano", señala Lopategui para elogiar la pegada de su discípula: "Por algo tiene el mejor porcentaje de victorias por KO del boxeo femenino en España". El técnico, que tuvo que quitarle algunos vicios del kick boxing, vio el potencial de la ovetense: "Tiene talento y algo muy difícil: pega echándose hacia atrás. Además, Violeta es una persona muy fría. No ha fallado ni una sola vez en competición".

Ni siquiera el día de su única derrota, ante la catalana Melania Sorroche, actual campeona de Europa gallo: "Aquello pasó por un mal comienzo, pero Violeta demostró que la puede ganar. Ya le hemos pedido la revancha, pero se niega". A Violeta no le importa compaginar el boxeo con su trabajo en un bar. "Sería peor estar ocho horas sentada en una oficina", dice convencida. Y lo ratifica su entrenador: "Es activa, nerviosa, muy fuerte muscularmente. Mientras no tenga que cargar con peso, no hay problema".

Así que Violeta, que se declara asturiana y enamorada de su tierra y de su familia, seguirá en Bilbao disfrutando con un deporte en el que no se ha sentido nunca prejuzgada por ser mujer. Aunque reconoce que algo ha cambiado desde que lleva el cinturón de campeona de España: "Nunca me dijeron que cómo se me ocurría boxear, pero desde que salgo en los periódicos he notado diferencia. A algunos les ha cambiado hasta el tono de voz".

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