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Impotencia madridista

Bale, Solari y Ramos, señalados tras la nueva derrota ante el Barça

Vinicius, Reguilón -en el suelo- y Solari, durante el Real Madrid-Barcelona del sábado. JUAN MEDINA / REUTERS

El Real Madrid perdió su segundo clásico consecutivo en tres días, que entierra sus pocas opciones ligueras tras ser eliminado de la Copa del Rey, en un ejercicio de impotencia y falta de pegada, que deja a Gareth Bale sentenciado y a Santi Solari señalado.

Las claves madridistas del clásico son: 1. Ejercicio de impotencia. El Madrid no tuvo un rematador en la zona del 9, ni alguien capacitado para desequilibrar un duelo de altura. La impotencia madridista nació de su falta de gol. Una mala planificación, sin respuesta a la salida del jugador que aseguraba más de 40 tantos por curso, y con el único 9 puro de la plantilla, Mariano, en la grada. Al equipo de Solari le sobró entrega pero le faltó calidad. 2. Bale, sentenciado. Fue la apuesta de Solari en busca del gol. El galés se instaló en la derecha, donde su influencia en el juego se rebaja, y apenas entró en juego. Además, su aportación defensiva, menor en comparación con Lucas Vázquez, provocó el desgaste en otras tareas de Modric. Desequilibrio táctico y aportación nula de un Bale que ya ha acabado con la paciencia de la afición madridista. Tras demostrar las razones de su condición de suplente, fue despedido con una sonora pitada cuando fue sustituido. Sus días de blanco parecen contados. 3. El "efecto Vinicius" se apaga. Los rivales han estudiado las virtudes de Vinicius y realizan sistemas de ayuda para rebajar su incidencia. Lo consiguió el Barcelona respecto al duelo de Copa, rebajando la brillantez del brasileño y el desequilibrio en los últimos metros, permitiéndole ensayar su disparo sin puntería desde fuera del área. 4. La fatiga no varió el plan de Solari. Acusó el Madrid el desgaste de la Copa. No atendió al cansancio acumulado Solari, con tan solo una novedad en los jugadores de campo, Bale por Lucas. Se vio un equipo fatigado cuando tuvo que ir por el partido tras el 0-1. La gestión de su plantilla no ha sido efectiva. Jugadores que tenían un papel importante hace meses -Marcelo, Marco Asensio, Ceballos o Isco- no tienen el tono físico adecuado. Los que protagonizaron la reacción de febrero están fundidos por el desgaste de jugar tres partidos por semana. 5. Ramos escenifica el mal momento. El capitán madridista falló en el gol que decidió el clásico, con Rakitic ganándole la espalda y llegando tarde. Fue el reflejo de la impotencia con un codazo en el rostro de Messi que puso la polémica a un clásico desigual. Acabó viendo una nueva amarilla que le provoca sanción también en la Liga. Un Real Madrid sin referentes lo necesita.

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