La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Rifle es del Avilés

Pandiani acudió a Llanes a ver la victoria de su hijo Nico, defensa del conjunto avilesino: "Jugar juntos fue un sueño de los dos"

Walter Pandiani, en San José, durante el descanso del Llanes-Avilés. LNE

Walter Pandiani ha jugado en doce equipos a lo largo de dilatadísima su carrera deportiva pero es del Real Avilés. No le queda más remedio a "El Rifle" puesto que su hijo Nico juega en el conjunto del Suárez Puerta. El pasado domingo el exdelantero uruguayo se acercó a Llanes desde Barcelona para ver jugar a su retoño. Y no, aunque muchos se lo puedan preguntar, no acudió a San José en su mastodóntico trailer sino en su coche particular.

Walter Pandiani entrena ahora al primer juvenil del Hospitalet. "Dejé de jugar hace un año y medio. Desde junio estoy habilitado para entrenar", afirma el uruguayo al descanso del encuentro. "Tuve opciones de entrar en el Córdoba y recientemente en el Extremadura, pero al final no se concretó", anuncia. Tampoco ni Oviedo ni Sporting le han llamado. "Eso son palabras mayores", reconoce el delantero.

Walter observó desde la grada a su hijo. Vio de pie todo el partido. La primera parte solo y la segunda con un miembro de la dirección deportiva del Avilés. Nico Pandiani jugaba en el centro del campo, en lugar de su puesto natural en el eje de la defensa. Fue de lo más destacado del conjunto avilesino en Llanes. "No es su posición, pero se defiende bastante bien. Un futbolista tiene que estar preparado y adaptado siempre para su equipo", reflexiona el veterano exjugador.

Entre Walter y Nico no solo hay una relación familiar. También la hubo de compañeros de equipo. Coincidieron en dos ocasiones, la primera, en Segunda B, en el Atlético Baleares en 2013, y la segunda en el Miramar Misiones de Uruguay.

"Fue muy especial. Sabía que si podía alargar mi carrera esa circunstancia podía producirse. Y fue en Uruguay, en el Miramar Misiones. Es un club pequeño muy parecido al que me inicié -habla del Basañez- muy familiar. Era un sueño de los dos", afirma. "Creo que los dos años que estuvo conmigo en el vestuario Nico pudo aprender muchas cosas, muchos valores que se aprenden en un campo de fútbol", indicó el exdelantero. Cuestionado varias veces por esta misma situación, Nico Pandiani siempre ha afirmado que efectivamente así fue.

Walter Pandiani ha ganado tres veces la Copa del Rey. Jugó 507 partidos y marcó 163 goles. Fue querido allá por donde fue. Dejó anécdotas imborrables, como ir a entrar durante su etapa en el Espanyol de Barcelona en un gigantesco trailer de color rojo, serigrafiado con un rifle en honor a su mote y la bandera uruguaya.

También su carácter dio que hablar cuando en una visita del Real Madrid al Sadar, por entonces el Reino de Navarro, Pandiani se las vio y se las deseó con Cristiano Ronaldo. La estrella lusa le preguntó que "cuánto cobraba". Él le respondió donde más le duele, diciéndole que "lo que tenía que hacer era aprender del mejor", refiriéndose a Leo Messi. Ahora Walter Pandiani espera dar el salto a los banquillos, pero mientras sigue de reojo los partidos del Real Avilés donde juega su hijo Nico.

Compartir el artículo

stats