El Marino está dispuesto a dar la batalla hasta el último momento para acabar primero del grupo asturiano de Tercera División esta temporada. El equipo entrenado por Oli encadena quince jornadas seguidas sin perder y está a seis puntos del primer clasificado, el Lealtad, equipo que está invicto esta temporada en la categoría. Los de Luanco culminaron su gran racha con una holgada victoria (6-1) el domingo ante el Ceares. Un Marino pensado para regresar a la categoría de bronce del fútbol español que abandonó tras bajar en la temporada 2014-15 después de cuatro campañas seguidas jugando en Segunda División B.
El calendario permite a los de Oli seguir confiando en sus opciones y ser optimistas. Por delante tienen dos jornadas ante rivales de la parte baja de la tabla (Gijón Industrial y Universidad), partidos que deberían sacar adelante sin demasiadas dificultades antes de visitar el campo del Lealtad. Una victoria en Les Caleyes les daría, además, el goal-average particular, puesto que en el encuentro de ida empataron a 1 en Miramar. El equipo de Villaviciosa, por su parte, tiene un calendario algo más difícil antes de ese encuentro puesto que ha de visitar el complicado campo del Covadonga justo una jornada antes de medirse al Marino.
La victoria del equipo luanquín el pasado domingo fue, además, lo suficientemente convincente como para pronosticar un final de Liga entretenido en la lucha por la primera posición. La goleada ante un Ceares situado en la zona media de la tabla fue inapelable, con jugadores decisivos en esta categoría como Álex Arias (que ha jugado en Segunda) o Luis Morán (en Primera y Segunda) en un buen momento. Una plantilla en la que destaca también Fassani, que, con nueve goles, es el máximo goleador del equipo, igualado con Álex Arias.
La racha de quince jornadas sin perder (once victorias y cuatro empates) sirve también a los de Luanco para dejar prácticamente asegurada su presencia en la promoción de ascenso. En estos momentos, el Marino saca 17 puntos al quinto clasificado, el Covadonga, cuando quedan 30 en juego. Solo una debacle impediría a los de Oli jugar por el ascenso a Segunda B. Lo que tratarán ahora es de conseguir el primer puesto, lo que les permitiría ascender superando tan solo una eliminatoria y no tres, como tendría que hacer si quedan del segundo al cuarto puesto.
